jueves, 18 de diciembre de 2008

Voy a volverte a ver, (no) solo porque lo quisiste

Los Piojos cerraron el año en el Luna Park, a capacidad llena, por vez número once en 2008. La banda de El Palomar puso punto final a la gira “Civilización” y, por eso, le preguntamos a los piojosos que asistieron al último de los cuatro shows de diciembre, en cuántos Lunas dijeron presente.
Así, nos encontramos con Nahuel, que vino desde Palermo en subte con su hermano Daniel. Con sus diez años, el 2008 será recordado como el año en el que los vio por primera vez. En total, unas cuatro veces, repartidas entre los tres shows de abril, los cuatro de junio y estos últimos cuatro de diciembre. Un poco tímido, confesaba su esperanza de que “Desde lejos no se ve” fuera el elegido para iniciar el ritual.
Carlos David y Camila, de Caraza y Lomas, después de lamentarse porque no pudieron traer sus banderas, agregaban que éste sería el primero de los Lunas de diciembre a los que asistirían. Sin embargo, sí estuvieron en julio y abril, aunque no se acuerdan en cuántos. También estaban Romina y Juan Manuel. Son novios desde hace más de un año y fue ella quien lo trajo a él a ser parte del ritual. Mientras él aseguraba haber soñado con que en el primer recital de Los Piojos al que asistía lo iban a entrevistar para las crónicas de la página; ella agregaba que “también le da a Micky”, en referencia a la temática de una de estas crónicas. Romina, por cuestiones financieras, asistió al ritual del viernes pasado.
A uno solo, pero este, asistirían Jimena y Marcela, ambas de Caballito, que esperaban sentadas el inicio del show. Mientras que Julián y Agustín -hermanos de 19 y 16 años- suman siete lunas grabados en sus retinas y coinciden en que el mejor fue el del 14 de junio. También estuvieron Daniela, Yanina, Giselle y Jorge, que dicen ser “Los Bichos de ciudad”, según reza su bandera colorada. Afirman que, entre todos, suman los once lunas. Al mismo tiempo, en esa previa que nace cuando se adquiere una entrada y se extingue momentos antes que la banda salga al escenario, estaban esperando pegados a la valla Nadia, Leo y Florencia. Nadia tiene 23 años y es de Caballito. Este año asistió a siete de los once Lunas de todo 2008. También siguió a Los Piojos yendo a Neuquén, Rosario, Córdoba y Mar del Plata. En dos oportunidades, en junio, subió a bailar “Muévelo”. Como también lo hicieron Florencia y Leo. Florencia es de Flores. Tiene 19 años y también estuvo en siete Luna Park piojosos. Florencia no estudia ni trabaja. “En cualquier momento me echan de mi casa”, asegura. Así que para pagar las entradas a los recitales, le pide prestada la tarjeta de crédito a su hermana. “Algún día se lo devolveré”, confía. Leo, por su parte, es de Ituzaingó. Tiene 26 y hace 13 años que sigue a Los Piojos. “Es una pasión”, es la frase que se le ocurre para explicar que fue a los once Luna, además de haber seguido a Los Piojos a Rosario, Córdoba y Cosquín “y a donde toquen”. Para él es un sueño que cuatro veces haya sido subido al escenario para bailar “Muévelo”.

Para cuando dieron las diez y el Luna estaba lleno, otra vez, se apagaron las luces y la máquina empezó a andar. Una hormiga y una autopista. Una canilla abierta y una llanura. Agua, tierra, fuego y aire, en diferentes formas, en las pantallas del escenario. Fuego sonoro cuando arrancó “Arco”. Mientras se veía el dibujo de una maquinaria, con engranajes y todo, en la pantalla de leds, sonó “Chac tu chac”. Una sutil improvisación en el teclado de Miguel De Ipola, Chucky, tuvo su espacio. Para “Labios de seda”, los piojosos ya estaban lo suficientemente calientes como para cantar con furia la parte que le toca al público. Cuando Ciro se calzó su guitarra negra, le siguió “Civilización”, con un barco en la pantalla, al que luego se le sumaron imágenes de agua, tierra, fuego y aire.

“Buenas noches Luna Park. Alucinante volver a encontrarnos”, dijo el cantante, para después continuar la lista de temas con “Angelito”. Mientras las banderas de Burzaco, Merlo y Merlo Norte no dejaban de ser flameadas, y el clima de despedida invadía la atmósfera, Ciro paseaba por las pasarelas de los costados. “Qué lindos que están todos. Péinense que vamos a ver si hacemos un DVD”, aseguró después el cantante. Los piojosos, contentos, aplaudieron. Con el estadio a oscuras y una luz sobre Juanchi Bisio y su guitarra, comenzó “Los mocosos”. Luego hubo espacio para un video sobre la gira “Civilización”, que comenzó con un show con la banda sobre un camión, recorriendo la calle Corrientes y desde ahí partió hacia el interior del país y a Europa, desde agosto del año pasado. Así, y con “Hoy es hoy” como música incidental, la banda se tomó un breve descanso.
El regreso fue con Micky en el micrófono y su “Un buen día”. El juego de las luces le hizo el aguante. Micky le dedicó el tema “al doctor” y Tavo, a Matu. Ciro regresó al escenario para cantar “Fantasma”. Con él, vinieron los vientos de Víctor Skorupsky en el saxo, Bebe Ferreira en el trombón y Juan Cruz de Urquiza en la trompeta. Seguido, el bajo de Micky delineaba la estructura funk de “Manjar”, que incluyó un poquito de “Debede”, de Sumo. Después de “Merecido”, vino un tema dedicado “para todos a los que no los vemos, pero que de alguna manera están presentes”. Y los locos que aplauden fueron aplaudidos con “Muy despacito”.
Seguido, “Siempre Bajando”, más “Sympathy for the Devil” (Rolling Stones) / “Hey Jude (Los Beatles). Fue entonces cuando Ciro anunció la presencia de “un gran amigo y toda su troupe”: se trataba de Dani Buira y La Chilinga." Únicos invitados en esta serie de Lunas, el ex baterista de la banda y su agrupación percusiva le pusieron los tambores a “Basta de penas”. Ubicados a la derecha del escenario, los nueve percusionistas también le dieron a los parches para “Verano del ‘92”. El estadio ardía, mientras alguno bromeaba un “está hablando de faso”, emulando a Capusotto. Y, con el viejo truco de llevar alguna dama en andas, unos cuantos aprovecharon para atravesar el jardín de gente e ir delante de todo, en el campo del Luna. Mientras tanto, arriba del escenario, Paula y Martín creaban pasos de murga, al ritmo.
“Pacífico” fue lo que siguió, con Juanchi, Tavo y Ciro arriba de las pantallas que se mostraban de colores estridentes. Luego hubo lugar para los primero bises de la noche. Para el retorno de la banda al escenario, miembros del Luna Park le entregaron un reconocimiento por parte del Estadio a Los Piojos, por ser la banda que más espectadores convocó durante 2008. Ciro agradeció y dijo: “Este es el lugar más lindo para tocar, por la comodidad y la onda. Y ustedes (en referencia al público) también lo disfrutan mucho”.

“Esto es distinto a los estadios, los sentimos cerca”, agregó, para continuar con un breve receso, que finalizó con un fragmento de “Let’s spend the night togheter”, de los Rolling Stones. Para tocar “Bicho de Ciudad”, quien subió al escenario -en una puesta que caracterizó los shows del Luna de este año- fue Manuel, de Benavidez. Con 11 años, se calzó la guitarra negra de Ciro y sin dudarlo, arrancó con firmeza esos acordes del comienzo de la canción. Emine volvió a bailar, menear sus caderas, agitar su panza, sacudir sus brazos con sensual dulzura para cuando sonó “Difícil”. Ciro le agradeció haber estado presente en los cuatro últimos shows del Luna. Luego de “un aplauso para el muchacho que se bancó estoicamente la presión”, en referencia a Juanchi Bisio, siguió “Muévelo”. Allí también estuvieron los vientos. Y la euforia.
Mientras los segundos bises, en un ritual que se había tornado eterno, se podía escuchar al público transformando el “Allá se van Los Piojos” con el que cierra el disco “3º Arco”, en un “no se van Los Piojos”. Con una bata negra, Ciro volvió para el final, que junto a la banda, le dio lugar a “Unbekannt”. “Hoy, es el cumpleaños de Keith Richards… y de Gustavo, nuestro kinesiólogo”, dijo el cantante, para luego agregar que fue gracias a él, y a unas vacaciones en Mar del Plata, -donde el doctor llevó el cassette “Emotional Rescue”, de los Rolling Stones-, que empezó todo.

Luego, siguió “Genius”.“Vamos con el último tema”, adelantó Ciro, para dar paso a “Buenos días Palomar”, que sonó con la banda sentada en los bordes de la pasarela de mitad del escenario. Ya cerrando, siguió “Finale”, con una impro de la banda, que se iba y luego volvía para leer banderas como las de Floresta, Hurlingham, Quilmes, Merlo, Laferrere, Monte Grande, Palermo, Boulogne, Talar, Luján, Ezeiza, San Miguel, Solano, Chacabuco, entre muchas, muchas otras.

Luego de que la banda repartiera púas, listas de temas y palillos –aquí, el Chango tiró los suyos, lejos, lejos, con tanta fuerza y puntería, que le dio directo en la cabeza a uno en la platea- el show se dio por finalizado. Hasta que volvieron al escenario, cuando el público ya estaba desagotando el Luna, para tocar “Cruel”. En las pantallas se veían unos algunos avisos clasificados. El público que se había quedado, agradecido. Otros tantos, emprendían la operación retorno para el verdadero último tema. Afuera, una Buenos Aires con decorado navideño daba espacio para lo que sería el final: a partir hacia las paradas de colectivos para emprender el regreso a casa. A conseguir la combi, a esperar a quien pasara a buscar o a retirar el auto del estacionamiento. A comentar la lista de temas, lo vivido hace instantes, lo sentido desde siempre, hecho carne en una noche de Luna lleno. Así, Los Piojos cerraron el 2008.

Lo que viene: Mar del Plata, el Cosquín Rock y el Quilmes Rock. Lo que fue, un año que los vio viajar por todo el país y por el exterior, tocar muchísimo y presentarse y llenar once Luna Park sin más anuncios que un aviso en esta página oficial.

Publicado en www.lospiojos.com.ar

viernes, 12 de diciembre de 2008

Tengo una locura que no puedo parar


Que la ciudad era un caos, no es ninguna novedad. Una multitudinaria movilización contra el hambre convirtió las calles en selva y la jungla tenía como sonido incesantes bocinas. Pero ahí abajo, donde Corrientes se transforma en un tobogán, los mocosos se preparaban para el tercero de los cuatro rituales con los que Los Piojos despedirían en el Luna Park un exitoso 2008.

Para esta serie de crónicas, hemos puesto el eje en distintas temáticas. La del viernes se basó en historias de banderas. Hablamos de esos trapos que aguardan –algunos doblados y otros flameando durante todo el show- ser leídos hacia el final de los recitales, como parte infaltable de un ritual.

“Llegamos a dedo”, dice Federico. Con Lucas y Petaca, vinieron desde Chivilcoy. Su trapo, de color blanco, pintado y bordado en negro, tiene el piojo de “Máquina de Sangre” y lleva la ciudad desde donde llegaron. “La hizo mi vieja, Suly, que es costurera”, cuenta Lucas. Petaca, el más gracioso del trío, agrega que se juntaban en los tiempos libres en la casa de Lucas a tomar mate, entre otras cosas. “La Suly miraba y no entendía nada, pero no nos decía nada tampoco”. Federico añade que durante la producción del trapo, sacaron fotos hasta tenerla terminada. Se nota que la pasaron bien hasta que vieron la bandera hecha realidad. Petaca no deja de expresar su alegría: llevaba puesto un pantalón que le hacía dar calor, y se compró una tijera sólo para cortarlo “sin saber que tenía las patas tan blancas”. Pero por lo menos no sufre el diciembre porteño.

Gustavo es de Lomas de Zamora y Esteban, de Berazategui. Orgullosos, los dos muestran sus tatuajes. Gustavo tiene tres y Esteban, dos. “Y estamos juntado plata para más”, asegura Esteban. Vinieron con Manuel, Javier y Cristian. A su primera bandera, se las sacó la policía en Córdoba. Así que la volvieron a hacer, tal como era la primera: con los piojos de “Civilización”, “Máquina de Sangre”, “Verde Paisaje del Infierno” y “Azul”; y la leyenda “los mocosos de siempre”. Gustavo y Esteban estaban cerca de la valla, próximos al escenario. Cristian -que estaba más adentro del campo, con el resto de los pibes- fue el encargado de dibujarla. Luego, se ponían de acuerdo para ir a pintar otra vez su trapo. Tomaban mate, charlaban. Un dejo de nostalgia los invade: a la bandera anterior la tenían desde 1999. “La habíamos llevado a Ushuaia en el 2001”, dicen casi a coro.

Agustina y Camila colgaron el trapo a uno de los espacios disponibles dentro del Luna. Con ellas estaban otros seis chicos más, venidos desde Mar del Plata. Su trapo es de color amarillo, y lleva sus nombres y los de Facundo y Rodrigo en color azul, además de la frase “Me llevarás hasta donde estés”. Y el piojo de “Azul”. Agustina afirma que la frase surgió con “la adrenalina que nos quedó cuando tocaron en agosto del año pasado. Ahí nos conocimos todos. Nos empezamos a juntar siempre y para el ritual de Olavarría dijimos que teníamos que hacer uno. Estuvimos pintando hasta el último día”. Camila agrega que empezaron con Facundo y se juntaban para retocarla. Se aproximaba el día del show y la bandera no les quedaba como querían que quede. “El piojo de azul era el que nos gustaba a todos. Y los colores, es porque somos tres de Boca y uno de Central”, concluye Agustina, en referencia a cómo acordaron el diseño.

Entonces, dieron las diez. Pero las luces no se apagaron puntualmente, como en los dos shows anteriores. Los cantitos de previa ya se agotaban. Pasaron unos minutos y desde la oscuridad -y luego de un video que anuncia la llegada de otra sesión de la “Gira Civilización”- una luz alumbró al Changuito Farías Gómez. En vez de estar situado detrás de sus tambores, estaba rasgando una guitarra acústica. Venía “Unbekannt”. Inesperado primer tema de la lista.

En la pantalla de leds –irregular, de forma similar a la de un Tetris- se proyectó un dibujo de una maquinaria gigante. Era lo que se veía mientras Ciro cantaba “Chac tu chac”. Siguió “Taxi boy”, con un solo de Juanchi Bisio en la guitarra.

“¡Buenas noches Luna Park! Buenísimo estar acá. Bienvenidos”, dijo Ciro, antes de que sonara ese oscuro “Angelito”, al que le continuó “Labios de Seda”.

Para “los viejos piojosos” y dedicado por Ciro a Katja, vino “Canción de Cuna”, con un ejército de niños coristas, hijos de la gran familia piojosa, arriba del escenario. Las banderas de Merlo Norte, Mercedes, Gutiérrez y Villa Rosa no paraban de sacudirse. Mantenerlas bailando las dos horas de show es verdadera devoción.

Ese toque árabe, una especie sonora, con el que el teclado de Chucky anuncia la llegada de “Luz de Marfil”, fue lo que llegó después. Tuvo un cierre poderoso, ayudado por un juego de luces que contó con un rol fundamental en el despliegue del show. Luego Ciro le dio lugar a Micky que, con sus “Fijate” y “Un buen día”, bien sabe crear climas dispares.Cuando, durante una canción, llega esa parte en la que hay que saltar, están los que saltan cuando no salta nadie alrededor y los que lo hacen casi como por inercia, movilizados por el salto colectivo. Así se vio cuando Ciro volvió al micrófono para cantar “Fantasma”. “Shup shup”, fue lo que siguió, mientras las pantallas de los costados del escenario mostraban a Tavo en primer plano, desafiando la resistencia de las cuerdas de su guitarra.

Seguido, Ciro actuaba las palabras que contienen las estrofas de “Vine hasta aquí”. Y las chicas que estaban subidas a esos hombros de gentiles caballeros de Toppers, se adueñaban de esos gestos.

Para “Merecido”, se vio una mano marcando el ritmo de inicio en la pantalla. Luego, imágenes violentas y después Juanchi, Tavo y Roger cantando el tema. Y otra vez ese enmascarado, bailarín de manos cerradas, que según dijo Micky al terminar el tema, se trata de un “lindo muchacho”.

Después de un comentario acerca del slogan radial sobre el ahorro de agua –cuyo parecido con aquel “Agua”, de “Azul” es bastante sospechoso- la lista de temas siguió su curso con “Difícil”. Por tercera vez, Emine meneó sus caderas con cadencia oriental y una pollera larga, ubicada en la plataforma sobre el escaneario. En el puente del tema, la bailarina y los músicos se quedaron congelados. El público aunó sus gritos en un “vamos Los Piojos” y luego volvió a rodar la canción. Emine fue ovacionada, hasta por la celosa platea femenina de Los Piojos. Siguió “Basta de penas”.

“Vamos a hacer el último tema de la noche”, amenazó Ciro. El cantante predijo un hipotético encuentro con algún piojoso, dentro de unos años, en algún bar, algún tugurio de la calle Suipacha. Y mientras sonaba muy tanguero el teclado de Chucky, adelantó que iba a cantar una canción que decía “más o menos así… aunque no sé por qué dice más o menos así, si siempre dice igual”. Entonces, sonó “El farolito”. Una interminable versión de aquel tema de “Tercer arco”. Contó con un solo de la guitarra de Juanchi; otro del teclado de Chucky y otro de la batería de Roger. Ciro jugó a tirarle letra percusiva al Chango, quien le siguió el juego con otra improvisación de sus tambores. Y después, como entrelazada en la canción, llegó “Superstition”, cover en castellano del clásico de Stevie Wonder, que está incluido en el segundo disco solista de Chucky de Ipola, con Ciro como invitado. “Bueno, vamos a seguir con lo que estábamos”, y luego, bien arriba, terminó el tema. El final de esa canción le dio lugar a los bises.

El retorno al escenario, ya en el final del show, fue de la mano de “El viejo”, de Pappo, que tuvo solos –acompañados- de Juanchi y Tavo. Luego, “Around & around/Zapatos de gamuza azul”. Un video con imágenes de diferentes muñecos animados, y frutas y maderas fue lo que se veía en las pantallas mientras sonaba “Muévelo”. A la negra a la que le canta la canción, una rubia arriba del escenario le rindió homenaje a fuerza de baile. Como ya habían pasado las 12, Ciro aprovechó para cantarle el “Feliz cumple” a Juanchi Bisio.

A “Buenos días Palomar”, le siguió el último tema, suma de “Arco II” y “Finale”, mezclado con una zapada, donde Ciro usó un silbato de afilador. El tema los hizo irse en fila del escenario. Pero rápidamente volvieron, también en fila, mientras Ciro cantaba “las banderas/las banderas”. Todavía debían leer los trapos, que ya se extendían por el campo y la platea del Luna. Las de Talar, Chaco, Merlo Norte, Balvanera, Guernica fueron algunas de las muchas leídas cantando.

“Gracias a todos por venir. Alucinantes estos tres. A los que puedan, nos vemos el jueves. Y sino la próxima”, se despedía Ciro. Los trapos de Merlo Norte y Villa Rosa siguieron flameando hasta último momento, cuando el Luna ya se desagotaba de piojosos. Y ahí empezaba otro capítulo del ritual: el del cierre de la noche.

A mirar los videos y las fotos registrados en los celulares. También a comentar la lista de temas, cuál faltó y cuál sorprendió. O a seguir el colectivo, si es que no frena porque la parada está llena de gente.

Ahí, en la parada del 140, estaba Maia. Sola, con una bandera naranja como abrigo, que reza :”Es tu amor corriendo entre mis venas”, frase del inédito “Sed viña”. Maia vino con Yani, una amiga que también figura en la bandera -donde además dice “Las piojas de marfil”- y que perdió en el campo del Luna. Cuenta que tenían una igual, pero que la perdieron en un recital de Guasones. Entonces Maia volvió a hacer una para llevar a Rosario. Ahí vivió su primer ritual fuera de Capital, sin contar el de La Plata del año pasado. “La hice en mi casa. Cuando podía faltar a la escuela y no tenía sueño, me quedaba hasta las 5 de la mañana pintando”, describe. Sus últimos días de colegio la llenaron de pintura. Maia terminó 5º año. De hecho, vino corriendo al ritual, escapándose, casi, de su entrega de diplomas. “No me importó nada”, jura. Es que son los rituales de fin de año. Y todo lo demás no es nada.
Foto: Sebastián Klein

jueves, 11 de diciembre de 2008

Parece que este baile es el que se baila acá

En la crónica del primero de los últimos Lunas piojosos de 2008, le dimos lugar a aquellos que cumplen con el ritual dentro del ritual de llevarse una remera como recuerdo de los shows. Anoche, la pregunta que les hicimos a algunos piojosos antes del segundo Luna, fue cuál era su integrante favorito y por qué.



Mauro, Tetu, El Dori y Julieta, venidos de Lanús, hacían la previa sentados en el suelo del campo del Luna. Coinciden en que escuchan a la banda desde hace banda. Mauro, de 19 años eligió al cantante Ciro como integrante favorito de Los Piojos, “porque el chabón es un capo. Y aparte, siempre se acuerda de la gente”. El Dori también considera a Ciro su favorito, “por las cosas que hace arriba del escenario”, a lo que Mauro agrega que Ciro es “un raviol en agua hirviendo”. Julieta, de 15 y mucho más tímida que el resto del grupo, coincide y añade: “porque está bueno”. Para Tetu, en cambio, el mejor es Micky, dueño del bajo (“lo parto como un queso”, afirma).
Por otra parte del campo están Jimmy y Alejandro, que vinieron de su escuela, también en Lanús, de uno de los últimos días de su secundaria. Los dos están finalizando 5º año y Los Piojos fue el puente que los convirtió de compañeros a amigos. Coinciden en que su músico favorito es Ciro. Para Alejandro, por su histrionismo y porque “te hace cagar de risa”. Para Jimmy, porque “el chabón te actúa y te da otro show arriba del escenario”.


Para Rodrigo de Palomar, su preferido es “a muerte, Micky”, porque “le pone mucha garra y tiene una chispa que mata”. Con él estaban Cristian, Paula y Ailén, de Villa Luro, que coincidían en tener a Ciro como su predilecto. Para Cristian, porque “es el alma de la banda”; para Paula, “porque le pone vida al show” y para Ailén, más escueta, simplemente “por lo mismo que dicen ellos”.



Desde San Justo vinieron Agustina, Guillermo, Sebastián y Federico. Para Agustina, “Ciro es un personaje. Se come el escenario, se mete en las canciones, las personifica. Y Chucky, que hace esos solos impresionantes, también es muy talentoso”. Para Sebastián, el cantante de la banda es dueño de “un carisma impresionante, que le pone mucha diversión a los shows”. Federico, en cambio, afirma que le gusta “cuando Ciro se junta a joder con Micky. Entre los dos hacen cosas muy divertidas”, así, sin definirse por un único favorito. Guillermo, por su parte, se anunció predecible: “el mío es fácil porque toco la batería. Me gusta Roger. También el Changuito es una bestia. Los dos son unos bestias. Le ponen un estilo bárbaro a los shows”.


Mientras tanto, Alejandro, Sebastián y José, de Domínico, Gerli y Bernal respectivamente, coincidieron en no elegir uno en especial dentro de la banda. Para Alejandro, “porque todos hacen la banda”, lo mismo para José. Para Sebastián, porque “si es por uno, no los vengo a ver”. Mariela, de Saavedra, que está aprendiendo a tocar la guitarra, movilizada por su pasión piojosa, exclamó su admiración por Tavo. “Primero, porque es zurdo como yo. Segundo, porque hace unos riffs con la guitarra que me ponen la piel de gallina. Y tercero, porque está bárbaro”. Otro que está aprendiendo a tocar la guitarra es Roberto, de Almagro. Hace unos 7 meses agarró una española y se puso a estudiar. Este sería su primer ritual. Le gusta mucho el estilo “de el de la derecha”, en referencia al reciente piojo Juanchi Bisio. Pero también, le agrada “la voz rea de Ciro, que se mezcla tan bien con esa suma de candombe, tango y rock que tienen Los Piojos”.


A las 22, puntualmente, se apagaron las luces del Luna Park. Con una campera brillante, y remera piojosa y pantalón negro, Ciro salió a bailar, apenas volvieron las luces, los acordes de “Manjar”, que incluyó ese delicioso bocado de “Debede”, de Sumo, con el que suele venir. Luego, “Te diría” y “Babilonia”, que tan pedido había sido el día anterior.


“Buenas noches Luna Park”, dijo el cantante. Ante el pedido del público de agua agregó: “¿Al tercer tema piden agua? Al décimosexto pedimos champagne”. Imágenes de agua, tierra, fuego y aire se proyectaban en las pantallas de led que hacen de telón de fondo del escenario, complementando los movimientos de los músicos de la banda. Venía “Civilización”. Le siguió, “Angelito”. Una versión poderosa, furiosa, rabiosa de “Media caña” fue lo que sonó después. Algunas parejas de piojosos pretendían en vano mantenerse abrazadas a pesar del pogo.


Bien al taco, “Desde lejos no se ve”. “¡Ay! Qué bonito jueves!”, dijo el cantante, antes de cederle el micrófono a Micky, que llevando un gorro de Papá Noel, cantó “Fijate”. Mientras un chico se subió a los hombros de otro chico que se subió a los hombros de otro chico. Después, “Un buen día. Con “Fantasma”, Ciro volvió al micrófono. Para cuando terminó esa canción, las luces del escenario se encendían y apagaban, de manera similar a un relámpago. Muchos relámpagos. Ruido penetrante. Venía “Arco”. Y la guitarra de Tavo que sacudía intensamente sus cuerdas. El turno de un solo de Juanchi llegó para “A ver cuándo”, canción de “Azul” que no tocaban desde hacía largo tiempo. Llegó “Merecido”, con un video en las pantallas de un enmascarado que llama a develar el misterio. Le siguió “Salitral”, dedicado a Matías Martin, que estaba en el público de la platea.


Aquí Ciro se quedó en una estrofa. Un olvido que el público, cómplice, aplaudió. Al término del tema, el cantante se excusó: “¡Le juro que estudié señorita!... yo les voy a contar qué pasó: yo tenía un machete ahí arriba –arriba de los leds, donde estaba cuando se olvidó la letra- y se me cayó atrás del led”.


Así como en la noche anterior había bailado “Guadalupe”, en ésta Emine bailó la danza del vientre con “Llevátelo”. Iluminada con luces rosadas, vestida con un corpiño y una pollera larga, larguísima, invitó a otra sesión alucinante, conducida por los movimientos de sus caderas. “Ahora vamos a entrar en la recta final”, dijo Ciro, antes de tocar “Pacífico”, para cuando hubo bises.


Descanso de la banda, cantitos de arenga en el público a semioscuras del Luna. Vuelve la banda al escenario, y una zapada que deriva en “Let’s spend the night togheter”, de los Rolling Stones. Hubo lugar para una elegida del público, ante la invitación a una dama para tocar la guitarra en “Bicho de ciudad”. La afortunada fue Romina de Floresta. Cuando Micky se acercó a saludarla, Ciro le dijo “Micky, ¡sos alto!” porque la invitada era muy chaparrita. Risas. “Confiamos en vos. Ponemos todo esto a tu servicio”, le dijo el cantante a Romina, que arrancó a tocar con decisión.


"Chucky Churrasco, el terror del frigobar”, le dijo el cantante a Chucky De Ipola. El tecladista le respondió con una sonrisa cómplice. Un clima de regresados de viaje de egresados es el que caracterizó a estos shows del Luna. No es extraño. Los Piojos venían de una gira europea que les debe haber agregado más fuerza de cohesión a la que ya tenían. Después de que Ciro anunciara la salida del disco de De Ipola –“Concreto Disco”, su segundo trabajo solista- Chucky tipeó raudamente la intro de “Superstition”, de Stevie Wonder. Una versión en castellano que está incluida en el álbum de De Ipola, con Ciro como invitado. Una improvisación en las manos y los tambores del Changuito Farías Gómez y un solo arrasador de la batería de Roger Cardero, además de un pedacito de “Sex Machine”, de James Brown, fue lo que incluyó “No parés”, en el tramo final del segundo Luna de diciembre y el noveno del año.


“Vamos a hacer un viejo tema que dejamos de tocar”, dijo Ciro antes de lo que vendría: Juanchi Bisio sentado al lado de Roger, dándole a un bombo; el Changuito con un tambor en el lugar de Tavo y el resto de Los Piojos, gestando una tempestad sonora con “Verano del ’92”. Bises otra vez, para bajar la temperatura, que se había mantenido más alta que la jornada anterior durante toda la noche. Regreso de la banda al escenario con “Genius”.


A su término, un juego de luces acompañó una improvisación de la banda que terminó formando esa última estrofa, la más deliciosa, de “Morella”. Luego, “Buenos días Palomar” y el final con “Finale”, como pasaje para leer las banderas. San Telmo, Quilmes, Burzaco, Villa Bosch (“no vas a escaparte!”, agregó el cantante),La Boca, Moreno, Tigre y La Plata fueron algunas de las muchas que había, de todos los colores, procedencias y tamaños.


Un saludo de la banda, abrazados, arriba de la pasarela que promedia al escenario, mientras las pantallas proyectaban el piojo de "Civilización" fue la postal de la imagen de cierre. Con las luces prendidas, el Luna se desagotaba de piojosos. Afuera, un viento indefinible y una luna llena serían la compañía para los panchos y la gaseosa, otra costumbre de la salida de rituales, para recargar el tanque luego de haber dado rienda suelta a la exultación, que el viernes tendría su tercera sesión. La décima del año. Sensaciones que te agitan y que vuelven, siempre.



Foto: Sebastián Klein

miércoles, 10 de diciembre de 2008

Uno es todos y todos somos uno


“Con la entrada en la mano” era la música funcional que se escuchaba al ingresar al Luna. Una vez adentro, los piojosos se apostaban en diferentes lugares, tanto como para tener un buen lugar como para encontrarse con otros piojosos.


Pero mientras el público del campo arengaba la previa con el repertorio de siempre, algunos otros cumplían otro ritual dentro del ritual: el de comprar remeras. Ahí estaban Javier y Verónica. Venidos de Escobar, ella se prepara para su primer ritual y él los sigue desde hace 8 años. Él calcula tener unas 15 remeras de Los Piojos y ella, unas diez.


También Mariana y Luciano, de Flores y Caballito. Ella también quiso tener una remera como recuerdo de su primer ritual, mientras que él guarda unas seis en su placard. Haciendo el aguante en el medio del campo, estaba Paola, que con 21 años sigue a Los Piojos desde el año 2000. Vino con amigos desde City Bell, en una combi contratada especialmente para la ocasión. Este sería su primer ritual este año y la fecha ameritaba la compra de una remera, que se suma a las diez que ya tiene.


En otro de los locales de merchandising,estaban deliberando cuál llevarse Carla, Priscilla y Cristina. Entre las tres suman seis remeras que esa noche incrementarían su número. Mientras tanto, Liliana -“poneme La Morocha así sé que soy yo”-, y su marido Carlos doblaban una remera piojosa para guardarla en la mochila. Cuentan que entre los dos tienen unas 20 y que esta es la vez 14 que los van a ver. Se van rápido, a reunirse con el resto de la gente con la que vinieron, contentos por la compra.


Cuando dieron las 22 se apagaron las luces y se encendieron los gritos. Dos pantallas rectangulares se adueñaron de la luz, proyectando imágenes de agua, tierra, fuego y aire, mientras los celulares procuraban registrar todo lo que sucedía antes de que Los Piojos salieran por octava vez en el año al escenario del Luna Park.


Las banderas de Mercedes, Glew, Berazategui y Hurlingham danzaban en el campo, mientras la banda arrancaba el show con “María y José”, con Micky -vestido con una campera roja y un colorido gorro andino- paseando por todo el escenario. Siguió “Te diría”, con su pogo habitual de después del “por eso te estoy amando “Ay ay ay” fue la siguiente canción. Una foto de un tren se mostraba en las pantallas. Sonaron dos improvisaciones, una de percusión, en los dedos del Changuito Farías Gómez y otra en las cuerdas de Tavo Kupinski. Hacia el final, Ciro expresó un “Muchas gracias!”. Con “Angelito”, la imagen proyectada se trató de un edificio. Ciro jugó a caer, al borde del atardecer, parado arriba de la pantalla. Le siguió “Labios de seda”.


Una sola luz en todo el estadio, apoyada sobre la remera verde y la guitarra negra que llevaba el Changuito, para darle paso a “Unbekannt”. Seguido, “Desde lejos no se ve” tuvo una intro misteriosa, con maracas sutiles. Ahí Ciro agarró el celular de una chica del público y sacó fotos del Luna. “Mirá si todos los miércoles fueran así… Podríamos tocar todos los miércoles”, dijo el cantante, antes de dejarle el lugar a Micky, para que le diera voz a “Fijate” –con proyecciones de burbujas rojas en las pantallas y muchas chicas subidas en hombros corteses- y “Un buen día”.


Mientras tanto, un chico en hombros de otro, paseó por el medio del campo con un rollo de papel higiénico, dejando una estela de papel. Para “Fantasma”, Ciro desplegó toda su faceta actoral, en vivo y en un video que se proyectaba en las pantallas, del cantante maquillado y producido como un viejo brujo. Lo que siguió fue “Merecido. Un video con imágenes de la gira “Civilización”, comenzando por registros del show en el camión, el 7 de agosto del año pasado (7/8/7), pasando por fotos del estudio de grabación, y de los shows de la gira, fue lo que se vio en las pantallas cuando sonó “Hoy es hoy”.


Con una danza mezcla de árabe y hip-hop, las caderas de Emine fueron las que tomaron todas las miradas cuando sonó “Guadalupe”. Parada arriba de las pantallas, vestida sugerente, bailó una original coreografía durante toda la canción. “Señores, les voy a presentar a Chucky Churrasco”, dijo Ciro, para presentar a Chucky De Ipola. “Me dijeron que está presentando nuevo disco”, preguntó el cantante. El tecladista respondió que sí y el cantante le devolvió la pelota con un “A ver, ¿quiere tocar algo?”. Entonces sonó “Supersticiosa”, un cover de la canción de Stevie Wonder, “Superstition”, incluido en el segundo trabajo de De Ipola –“Concreto Disco”-, que cuenta con Ciro como invitado. Con la introducción en la voz del tecladista, sonó “Ruleta”. Antes de los bises sonó “Pacífico”. Al retorno de la banda al escenario, subió Ariel, de Berazategui. “Es muy difícil ver el sueño realizado, pero mucho más difícil es verlo superado”, dijo el piojoso. “El show depende de vos”, le dijo el cantante, para “tranquilizarlo”. Y agregó: “Nuestra carrera depende de vos. Tranquilo, son 20 años nomás”. Y con la luz encima del pibe, sonó “Bicho de ciudad.


“Muchas gracias por este miércoles, Luna Park”, dijo el cantante, para seguir con “No parés”, donde la guitarra de Tavo tuvo un rol estelar. Una muñeca inflable llegó en andas, llevada por un piojoso al escenario –el mismo que alguna vez se disfrazó de Obelisco Piojoso-, para “El Balneario de los doctores crotos”. Este fue el tema más largo de la noche y el que contó con más escenas en toda la lista de temas. A saber: danza murguera de Toto, Martín, Zeki y Rodri; de la guitarra de Tavo, algunos acordes de “Within you without you", de Los Beatles, tal como sonó en el show de Hamburgo; un solo del Changuito en la percusión; un pedacito de “Sex Machine", de James Brown en la voz de Ciro; un solo del teclado del Chucky; un aplauso grande, a pedido de Ciro, para el nuevo piojo –que estaba viviendo su primer Luna Park- Juanchi Bisio; otro pedacito que se coló, esta vez de “Oye cómo va”, de Santana; una impro –dedicada a su hija Renata-de Roger y su batería; otro mordisco de “Another one bites the dust”, de Queen; y antes del final del tema, otra vez los acordes de “Within you without you". Alucinante. Antes del final llegó "Muévelo", con dos bailarines piojosos que subieron al escenario: Florencia de Flores y Leo de Ituzaingó.


Luego de hablarle a una señorita piojosa que orgullosa llevaba un corpiño rojo con un piojo, Ciro propuso hacer la prueba del silencio. Se trataba de pasar 10 segundos en absoluto silencio “porque gritar es muy fácil, pero el silencio…”. Al no lograr superarla, se dio paso para el último tema, “Buenos días Palomar”. Una hilera de banderas -mientras sonaba "Finale"- cruzaba el campo para marcar el punto final en la primera de las cuatro noches que Los Piojos eligieron para cerrar el 2008 en el Luna Park.


Foto: Sebastián Klein

viernes, 5 de diciembre de 2008

La oculta


Por el territorio
Pasan los camiones con vacas, olor a mierda, destino: Mataderos. Pasan por ahí, a dos cuadras Ciudad Oculta. De la villa donde un rato más tarde los vecinos irán a buscar comida al comedor. A la villa se entra con alguien que sea de la villa, o no se vuelve.

Al recorrerla, la postal es de basura amontonada desde hace meses, quizá años, casillas precarias, muchas de las cuales tienen pequeños negocios: kioskos y almacenes, en su mayoría. Varios por cuadra. También alguna pañalera, una heladería, y la remisera. Y cumbia al taco. Cumbia y diálogos en guaraní.

La Villa 15 es más conocida como “La Oculta”, desde que la última dictadura militar pretendió esconderla de los turistas, durante el Mundial ’78 con muros perimetrales. Su verdadero nombre es Barrio General Belgrano. Parida por obreros del Mercado de Hacienda, de Ferrocarriles y del Frigorífico Lisandro de La Torre, cerca del año 1940, cuando comenzaba la migración interna del país y se fueron delineabndo lo que luego serían “villas miseria”.

En Ciudad Oculta se calculan unos 16.000 habitantes. El 60%, argentinos. El otro 40, son en su mayoría paraguayos o bolivianos, como Max – ya hablaremos de Max. En los últimos 20 años, la población aumentó fue medio de apretujones. En la Oculta se paga caro el precio de la pobreza. Hacinamiento, inseguridad, viviendas precarias, peligrosas. Pero sobre todo, una marcada exclusión social, tanto para conseguir un trabajo, como para acceder a la salud y la educación, el derecho humano a la vida.

También hay que sumarle las situaciones generadas por la violencia, econsumo de droga, la delincuencia. Entonces, llega el paco. Sale barato, su intenso efecto dura poco tiempo y los pibes venden objetos de sus casas o le roban a sus vecinos con tal de seguir comprando Olvidados, despojados de esperanza.

El lugar más importante, que divide el espacio, se trata del “Elefante Blanco” –un edificio, de varios pisos de altura y que puede verse desde cuadras a la redonda- que iba a ser un hospital durante el gobierno peronista del 54, pero que nunca se terminó de hacer. Después del golpe, los milicos lo dejaron como monumento alsu odio y ceguera hacia el general Perón. Allí, ahora, están laburando las Madres de Plaza de Mayo, con un plan de construcción de viviendas, donde los obreros son los mismos vecinos, laburando en cooperativas.

Siguen pasando los camiones, mientras en el comedor, Max Quispe nos invita a un mate –dulce- y junto a otros compañeros, nos cuenta cómo es vivir en La Oculta. En sus brazos está su hijo recién nacido, Evo. También está Ángel Moyano, que vive en la Pirelli, la zona más próxima a uno de esos muros de La Oculta. Y Aníbal Rojas, que labura con la Juventud de la Tupac. Son compañeros.

Estar con compañeros, saber de su hacer, su vivir, lejos de la seguridad del trabajo fijo, de la “comunidad organizada”. En la Oculta, hay ese aire lejano, suburbano, como si todo estuviera lejos, como si hubiera un cerco, algo que hace que sus habitantes sean distintos y por lo tanto, condenados a la oscuridad, al hambre, las privaciones.

Y en la callecitas, rejas. Hasta no se comprende como pueden vivir con un enemigo del otro lado. Rejas, perros, rejas. “En Santiago uno sacaba la cama bajo el alero, se iba al baile, volvía y todo estaba en su lugar. Nadie te iba a tocar nada. Acá, te das vuelta y la ropa que estaba en la soga ya no está. Nos robamos entre los pobres. Hasta nos matamos. Los pibes. Siempre hubo malos y bueno, pero con el paco, explotó todo”.

Esto dijo Antonio Moyano. Y Norma Mamani dice que no deja salir a sus hijas preadolescentes. Que no tiene otra forma de protegerlas que hacerlas vivir bajo llave. Está eso. Y están los compañeros que ponen el hombro: la copa de leche, cooperativas, club o espacio donde los pibes puedan integrarse de otra manera.

Nada fácil. Una lucha despareja. Pero lucha. Y aquí traemos algunos testimonios de esos compañeros, de sus sueños, de cómo es eso de no bajar los brazos, ser solidario y mantener fuerte el sueño de ese mundo mejor que nos merecemos por ser, por estar y por los brazos.

Testimonio I

Max Quispe. Llegué de Bolivia hace 10 años. Llegué al barrio Inta y de ahí, pasé acá a la 15. Viví justo enfrente al Elefante Blanco. Tenía un almacencito ahí. Yo soy constructor, pero primero trabajé en una empresa envasadora de verdura. En Bolivia fui presidente de una asociación de comerciantes ambulantes -en Salvador Massa. Ahí se me abrió una perspectiva para poder organizar. Pero luego cayó la venta con el tema del cólera y el cierre de la frontera. Entonces como toda mi familia había emigrado acá desde la Guerra del Chaco, llegué acá y empecé a trabajar. No vine con la expectativa de organizar, pero luego vino el tema de la crisis y nos empezamos para juntar víveres, la bolsa de alimento para la copa de leche y todo para poder llevar a una olla popular. Ahí nos organizamos y fue pasando el tiempo.

A mí me formaron mis padres con “vas a comprometerte o no. No dejes nada a medias, siempre hasta el final”. Entonces, si abrís una olla popular, ¿qué viene después de una olla popular? ¿Después del comedor? Eso te va llevando: los microemprendimientos, las cooperativas, las viviendas. Creo que la olla popular, los merenderos, la copa de leche, tuvo su significado. Pero no completa mis sueños de ver realizadas las viviendas.

Mire, yo creo que la política vieja que está consolidada -en este barrio y en otros barrios-, de manejarse todo con punteros que te bajan a la casa, que te llega el plan y la caja, y la gente pide más, pero no toma esa conciencia que sobre esos recursos uno se puede organizar y pelear por más ¿Por qué estar viviendo como un mendigo?

Nosotros arrancamos con la copa de leche, los comedores, los microemprendimientos, con la lucha. Entonces, ¿por qué no vamos por más? ¿Por qué uno debe vivir como miserable, con 150 pesos? No. Por ahí 150 pesos soluciona el hambre del día y no el hambre del mañana. Vemos que ese plan es algo engañoso. Nosotros decimos “Planes no. Queremos vivienda digna”. Por eso nuestra pelea, desde el barrio, desde la villa que estamos trabajando es hacia la vivienda digna y hacia un trabajo digno.

Ese es mi sueño, como coordinador de la Tupac, tener una vivienda digna y un trabajo digno. Y desde ahí poder organizarse. Sé que es un proceso: si llegué hasta donde estoy, aspiro a poder afrontar la nueva alternativa, la nueva construcción que se está haciéndose desde la Central. Siempre le digo a los compañeros que están en los gremios de la CTA: los barrios son laboratorios para la CTA, para poder construir otra realidad.

Digo, miremos, más allá de los sindicatos, que en el territorio vivimos otra realidad. A los pibes los está matando el paco, la droga. A la gente, compañeros de edad de laburo, no tienen laburo. A las jóvenes, no hay cosa que puedan hacer. Entonces, de alguna manera, también ahora estamos queriendo abrir centros culturales en cada barrio para que podamos, de alguna manera, sumar pibes, darles espacio. Es una tarea difícil pero no imposible.

Testimonio II

Ángel Moyano. Nosotros tenemos copa de leche en la Pirelli, en la Toma. Y eso camina. Había hambre. Y bueno, a la lucha fuimos. Había mucha gente en el barrio que se había quedado sin trabajo. Eso. No tener trabajo. Gente joven. No mi caso. Mirá, a mi edad, del trabajo olvidate, no hay. Siempre he trabajado en la construcción, levantando paredes, albañilería. Pero la edad te mata, te deja afuera. Ya no hay manera. Cuando uno la está pasando bien se olvida… pero andar meses pechando vergüenza, ver si te tiran algo. No es fácil. Hasta que te das cuenta que la edad te dejó afuera. No porque sea viejo, sino porque eligen tipos que no se enfermen, que no piensen, que no reclamen.

Bueno. Soy de Santiago del Estero. Y…hace unos 40 años que me vine. Un destino. Iban mis parientes de visita y me preguntaron si me quiero venir para acá. Tenía 20 años, era cuando salí de la colimba y vine. Así vine y me quedé. ¿familia? Ahora sí. Tengo un solo hijo, ya tiene 38 años. Y eso sí, ya soy abuelo. ¿Si me gusta vivir acá? Y la verdad que sí, me gusta.

¿Cuánto hace que vivo en Ciudad Oculta? Hace 8, 9 años. Pero, ahora estamos un poco mejor. Antes, cuando llegué, veía a chicos, criaturas, que andan con la bolsita, dándose. Y vi lo más jodido de la villa ahí. ¿Mucha droga? Hay algunos que la venden como venden caramelos. Con el paco más que nada. Eso. Pero no es como antes, ahora va cambiando poco a poco. Aunque te digo, antes había más código. O había códigos. Si un pibe robaba, no lo hacía en el barrio. Y no, los pibes roban hasta al vecino. Pero antes era un desastre. Ahora va mejorando. La peleamos. Vamos saliendo así, pechando.

Testimonio III

Rojas Aníbal. Tengo 25 años y estoy trabajando con la Tupac, en el Barrio Pirelli y en la Sede de Carlos Calvo y Pichincha. Ahí hacemos reuniones, nos juntamos con los referentes de otros barrios, de la Villa 1-11-14, de Mataderos, Lugano, Moreno. Hace un año más o menos que empecé. Y en este momento estoy desocupado. Era celador, en un colegio en Palermo. Antes trabajaba de mensajería. Tuve muchos trabajos. Ahora, por un tema de muchas horas y poca plata, vi que no me convenía y dejé. No sé. Hice hasta tercer año y después tuve que empezar a trabajar. Tengo cinco hermanos.

¿Y cómo se me ocurrió ponerme a laburar en una villa? Desde chico que tenía un amigo que vivía en la villa. Nos juntábamos, jugábamos a la pelota. De ahí fui conociendo a otras personas y se dio que conociera esta agrupación, que estuve con Manuel (Alzina) y Max (Quispe), y me gustó por lo que peleaban. Por qué cosas pelean los pibes de la villa. Acá es la droga.

Y eso es como en todos los barrios. La juventud se metió en la trampa del paco. Eso fue lo que explotó del todo. Antes estaban con el porro, la droga estaba y no se le daba tanta pelota porque no era tan adictivo: el paco reventó todos los códigos. Y después está también la cuestión con la policía. Que son cuestiones que existieron siempre. El tema de la policía también cambió. Te siguen a los pibes. Saben quien vende y quien no debe vender. Complicidades.

Por eso la idea es con la CTA, con la Tupac, formar un grupo para ayudar a los chicos de los barrios que están metidos con el tema de la droga y el choreo: que hagan algún deporte, ayudarlos, ir por las casas para ver los diferentes problemas que tienen las familias, qué les hacen falta. Que dejen la droga. Y que sepan que de afuera no van a tener ayuda, porque la idea de Macri es bajar a los 12 años que vayan presos, en vez de ayudarlos, de ir por los barrios a ver si les hace falta comida, leche. Ellos creen que solucionan todo metiendo un pibe en cana.

¿Y qué hacen los pibes acá en el barrio? Si vos tenés 12, 13 años y nada que hacer, la cosa se pone jodida. Nosotros tenemos un centro cultural pero todavía no se supo cómo llevarlos, cómo emplearlos y cómo mantenerlos.

-¿Están pechando?

Sí, así decimos: hay que pechar, y cambiar pobreza por trabajo.

Testimonio IV

Norma Mamani, jujeña, llegó en el 90. Justito cuando mi hijo tenía 5 meses. En Jujuy era tranquilo, no te morís de hambre, trabajás, vivís bien. Hay que ganarse el pan, como en todos lados. Vinimos con mi hermano, el mayor de nosotros, para conocer y nos gustó y nos quedamos. Yo siempre trabajé como empleada doméstica. También en costura. Hace dos años atrás trabajaba en un Comedor, por el asunto del plan Jefes. Pero salió una ley que no podían seguir trabajando las madres que tuvieran hijos chicos, así que…

¿Como es criar un hijo en la villa? Difícil. Hay que tener cuidado con los amigos. Yo, a mi hija de 13 años, directamente no la dejo salir. A veces a mi hija se le acercan compañeras que las quieren llevar con ellas, algunas están fumando. Yo le digo que no se acerque a ellas si no las conocen, porque hay chicas que yo sé que tienen el vicio del cigarrillo y otras cosas. O creo que están con el asunto del paco.

Todas estamos a la expectativa de que no caiga su hijo. O si cayó un vecino, que el hijo no se haga amigo. En esta parte de la villa no se siente tanto. En donde se siente más es por donde está el Elefante Blanco. Ahí la venden en todos lados. Yo no me doy cuenta quién vende y quién no. Corre como agua. Se ve a los chicos mal vestidos, descuidados, que van ahí.

lunes, 1 de diciembre de 2008

Denuncian otros tres secuestros a integrantes del Movimiento de los Chicos del Pueblo



Ni un pibe menos

Integrantes de la Mesa Nacional de la CTA y militantes del Movimiento Nacional de los Chicos del Pueblo denunciaron esta mañana en conferencia de prensa que tres personas pertenecientes a esa organización social fueron secuestradas el lunes, jueves y viernes pasados. Así se eleva a ocho el número de atentados que sufrió el Movimiento a lo largo del año, desde el Lanzamiento de la Campaña “El hambre es un crimen” También se anunció otra conferencia de prensa para el próximo jueves.

Allí estuvieron presentes por el Consejo Ejecutivo Nacional de la CTA su secretario general, Hugo Yasky, junto a Víctor De Gennaro; Ricardo Peidro; Adolfo Aguirre; Francisco Nenna; Daniel Jorajuría; Gustavo Rollandi; Claudio Lozano; Hugo Godoy y Roberto Baradel, secretarios general y adjunto de la CTA bonaerense respectivamente; Fabio Basteiro, titular de la CTA porteña y Carlos Chile, entre otros. También asistieron Diego Chichizola y Laura Tafetani en representación del Movimiento de los Chicos del Pueblo.

Chichizola indicó que desde el inicio de la campaña “El hambre es un crimen”, que atravesó todo el país, sufrieron estos ocho hechos que incluyeron atentados y secuestros: “Cuando decimos que el hambre es un crimen, decimos que es una decisión que haya hambre en un país hecho de pan. Y desde el mes de abril que venimos sufriendo una serie hechos, atentados a nuestras organizaciones que son lugares donde viven chicos. En Chicos del Pueblo convivimos con chicos todos los días y además salimos a denunciar la situación de la infancia”.

El primero de los hechos, fue un ataque comando a una escuela gráfica, que tiene Pelota de Trapo en Avellaneda. Luego, se sucedieron siete secuestros a distintos educadores y jóvenes, “en un tenor muy macabro”, según Chichizola.

“Esta última semana, fueron tres: lunes, jueves y viernes. Han secuestrado compañeros, los han golpeado, siempre al grito de que se acabe esta campaña. El mensaje es ese. Pero para nosotros es vital denunciar este estado de cosas. Creemos que quieren quebrar nuestras organizaciones. Pero nos sentimos abrazados por los trabajadores y muchas organizaciones y personas que vienen acompañándonos. Nuestro reclamo es justo, legítimo y no vamos a cambiar nuestra campaña contra el hambre de los chicos por una campaña de miedo. Nuestro reclamo es siempre el mismo, que en un país hecho de pan, el hambre es un crimen”.

Las denuncias pertinentes se hicieron tanto por vía judicial como política. Chichizola indicó que ya han estado reunidos "con el gobernador Scioli, el Fiscal Stornelli y el Ministro Aníbal Fernández, quien siempre minimizó los hechos. Nunca, ni la policía, ni la Justicia han llegado a saber de dónde venía esto. Cabe destacar que todos los hechos fueron en provincia de Buenos Aires”, apuntó.

Luego, Yasky señaló: “Queremos denunciar esta escalada de secuestros contra miembros del Movimiento de los Chicos del Pueblo que se ha intensificado en la última semana con tres episodios. Ocurridos uno el día lunes, otro el jueves y otro el viernes. Esto es incalificable y forma parte de una campaña de agresiones que se inició en abril de este año. Ocho secuestros a lo largo de estos meses, denuncias al gobierno nacional y al provincial y ahora, una situación que está llegando al límite”.

Una secuencia preocupante

Por su parte, la abogada Laura Tafetani expresó que esta serie de atentados se tornó preocupante “cuando fue secuestrada una compañera en La Plata, en una manifestación, ante más de 15.000 personas, frente a la Gobernación. El auto que la secuestró estaba parado en la puerta de la Secretaría de Derechos Humanos de la Provincia de Buenos Aires, cuya cámara de video parece que en ese momento no funcionaba. El grado de impunidad fue preocupante”.
También agregó que “esta última semana, se dio una escalada en cantidad de secuestros y en las formas y la modalidad. Los secuestradores se comunicaban con nosotros. Nos decían los tiramos al río; los tiramos al campo".

La compañera que fue secuestrada el lunes, estuvo casi 2 horas secuestrada y fue dejada en el Cementerio de Chacarita, narcotizada. En el caso del compañero de Juan XXIII –quien ya fue secuestrado el 26 de septiembre pasado- se comunicaban con nosotros hasta que lo dejaron en Plaza Constitución, también narcotizado. Y el viernes, se llevaron al sereno del Hogar Pelota de Trapo, que es un hombre muy mayor, y que fue dejado en Lanús”.


“Si esto no se hizo público, es porque estábamos haciendo las gestiones institucionales correspondientes, frente a esta gravedad. El miércoles estuvimos reunidos con el Gobernador Scioli, el Ministro de Seguridad y el de Justicia. También estuvimos reunidos con la Procuradora General de la Corte en la Provincia de Buenos Aires, María del Carmen Falgo, que ha tenido acceso a las causas y sabe perfectamente la situación. El miércoles estuvimos reunidos con el Gobernador Scioli y el jueves y el viernes tuvimos dos secuestros”, concluyó Tafetani.
Yasky retomó la palabra para manifestar que “la Central de Trabajadores exige al Gobierno Nacional y al Gobierno Provincial, las garantías para que cese de inmediato este tipo de actos que retrotraen a la peor época vivida en nuestro país. Son actos de intimidación, agresión. Son secuestros a menores de edad, adolescentes y a colaboradores del Movimiento de Los Chicos del Pueblo, que son abandonados luego de ser detenidos en la vía pública. Amenazas planteando que debe cesar de inmediato la actividad de denuncia del Movimiento, la Campaña "El Hambre es un Crimen".

Y añadió: "Frente a esto, hemos resuelto exigir a las autoridades que asuman la responsabilidad de garantizar la seguridad de todos los integrantes del Movimiento de los Chicos del Pueblo. También, garantizar la individualización de quienes perpretan estos actos. No puede haber zona liberada ni tamaña impunidad como para que móviles, que son identificados por los vecinos, se muevan libremente en las adyacencias de las instalaciones del Movimiento y estén hostigando permanentemente a los integrantes de Chicos del Pueblo".

Yasky subrayó que "esto se tiene que terminar y los responsables de garantizar esta seguridad son quienes gobiernan nuestro país. El jueves vamos a brindar otra conferencia de prensa donde vamos a ratificar la Marcha Nacional para el día 12 de diciembre a Plaza de Mayo, donde una de sus consignas es que el hambre es un crimen y donde reafirmamos el pedido de que nuestros niños y adolescentes sean protegidos por la extensión del salario familiar que cobramos los trabajadores registrados, para que en este país, aquellos que hoy viven en la indigencia, tengan la posibilidad de un paliativo, una medida que apuntaría a reforzar el ingreso de los hogares más castigados por la pobreza”.


Pelear por nuestra prole
El secretario de Relaciones Institucionales de la CTA, Víctor De Gennaro, tomó la palabra para añadir que la exigencia es “no solamente el esclarecimiento de los hechos, sino también la protección a los compañeros y compañeras que están dando su militancia y esfuerzo por compartir una perspectiva distinta con los pibes que están siendo amenazados".
En la Conferencia de Prensa del jueves, a las 13.00 en la Iglesia Santa Cruz, sita en Carlos Calvo 3111, "convocamos a distintas organizaciones sindicales y sociales, referentes, sectores culturales y religiosos, para abrazar a los compañeros pero también para ratificar con toda claridad que estamos dispuestos a ratificar el protagonismo y la solución de los problemas", señaló De Gennaro.

Y a renglón seguido agregó: "El terminar con la impunidad significa resolver el problema del hambre en nuestro país. Y hacer que nuestros pibes, que son el futuro, tengan destino. En ese sentido, la preocupación más grande que tenemos es por la angustia de los compañeros y compañeras responsables de estos hogares y talleres, organizaciones que le ponen fuerza a la solidaridad con nuestros pibes sienten al ver que se acerca la Marcha del 12 de diciembre y se han recrudecido los acontecimientos".

De Gennaro remarcó que "por eso, asumir la responsabilidad de llevar adelante estas reivindicaciones es algo fundamental. No es el planteo de los Chicos del Pueblo. Somos los trabajadores que siempre hemos tendido a asumir la responsabilidad de pelear por nuestra prole. Es necesario recordar que proletarios viene de eso. Todos somos capaces de hacer por nuestra prole. Mañana va a haber una reunión de la Mesa Nacional de la CTA donde se van a determinar las medidas frente a estas agresiones. Pero también para alcanzar las reivindicaciones y garantías que tengan un destino diferente en nuestro país”, finalizó.

Punto límite

Yasky retomó la palabra demandando la garantía de “la individualización de estos personajes, que deben ser castigados. Pero la prioridad es la seguridad de los miembros del Movimiento de los Chicos del Pueblo. Vamos a insistir para poder tener reuniones al máximo nivel con el Gobierno Nacional y Provincial y encontrar una respuesta que nos permita no volver a vivir esto, que termina siendo una serie. La semana pasada fueron tres secuestros. Las autoridades no pueden ser más meras espectadoras. Están actuando dos fiscalías, pero acá se necesitan otras medidas que vayan más al fondo”.

Finalmente, el secretario general de la Central dijo que “pensar que entre el día lunes y el viernes de la semana pasada, tres personas que trabajan en el Movimiento hayan sido levantadas de la calle por gente que va en auto, encapuchada; que luego les aplican un tipo de droga que los adormecen y los abandonan a uno en la Chacarita, a otro en Constitución y al tercero en Lanús y pensar que todo esto se puede hacer con tamaña impunidad, preocupa muchísimo. Este es un punto límite. Es necesario que las autoridades tomen nota de la importancia que esto tiene”, concluyó.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Hubo fiesta en la Trastienda


La Franela, el nuevo grupo de Daniel "Piti" Fernández, debutó oficialmente ayer en La Trastienda.

Durante las más de dos horas del recital, que fue a capacidad llena en la noche del miércoles en La Trastienda, a Fernández se lo notó feliz y sobre todo cómodo en su nuevo lugar arriba del escenario. Con él estaban Joselo De Diego en coros -un excelente show aparte, encargado de mantener en alto la euforia-; Lucas Rocca en el contrabajo; Fran Aguilar, en guitarra y coros; Pablo Ávila en saxo; Diego Modica, de Mil Hormigas, en batería; Diego Chaves en percusión y Chuky De Ipola en teclados.

Varios invitados dijeron presente en el rito inicial: Pablo Guerra, que participó en su "Ruta"; Tavo Kupinski en "Hielo" y en "Solo y en paz". Kupinski, hacia el final, también participó en el cierre del show junto a Juan Vinnichuk y Nico Aguiar de Ocaso 2012; Juan Pablo Franco de la Qk del Quía y El "Rifle" Pandolfi.

Además de semejante emoción por la presentación en sociedad de temas nuevos, hubo un clima sensacional, de la mano del reggae, el funk, el ska y la cumbia. También, sonaron varios temas, autoría de Fernández, que hasta ahora se habían escuchado de la mano de Los Piojos, como “Llega el tren”, “Extraña Soledad”, “Reggae Rojo y Negro” –con un condimentado final en tono ska-, “Solo y en paz”, “Bicho de Ciudad” y “Vine hasta aquí”. Y hubo espacio para covers: “Dos Margaritas” (Paralamas) “Uva uva” (Las Pelotas), "No me arrepiento (Gilda) y "Chan chan" (Compay Segundo).

“Cuando nos vaya bien, va a haber un montón de gente que va a decir que estuvo acá”, señaló el ahora cantante, embriagado de alegría ante semejante fiesta de inauguración.

viernes, 26 de septiembre de 2008

Seguirá cantando

En el marco de su gira despedida –el "Bye Bye Tour"– Amparanoia se presentó el miércoles pasado en La Trastienda.

Se dio un show inolvidable en el local de San Telmo, repleto de seguidores de la banda de origen andaluz que cuenta con integrantes de todo el mundo. Allí, el ska se mezcló con la rumba y los sonidos gitanos se fundieron con el bolero y el reggae, mientras que sus descriptivas letras se escuchaban en español, inglés y francés.


En el desempeño escénico, cada uno de los instrumentos de los 9 integrantes de la banda tuvo su propio set de improvisación, donde se lucieron el violín, el contrabajo, la percusión y los vientos. Además, el show contó con Midnerely Acevedo, cantante de Mimí Maura como invitada en “Madrecita”. También sonaron “Welcome to Tijuana” de Manu Chao y “King Kong Five” de Mano Negra. Pero el momento más caliente, donde el pogo sacudió el cemento, se dio cuando le llegó el turno a “La semana”.

Amparo Sánchez, líder del grupo, se mostró doblemente emocionada: en el día del show festejaba su cumpleaños. Vestida con una pollera de colores que no paró de sacudir, empapó de energía el aire durante las casi dos horas que duró el recital. Luego de esta gira, Amparo emprenderá su carrera solista.

Así transcurrió una verdadera fiesta, que tendrá otras dos citas: hoy en el Festival Pepsi Music y el 27 en el Quilmes Rock de Córdoba.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Marcha en apoyo a Evo Morales


Lo anunció la CTA esta mañana


A las 7 de la mañana se realizó en la sede nacional de la CTA una conferencia de prensa para informar acerca de la movilización que se realizará esta tarde, a partir de las 15.30, desde el Congreso Nacional hasta el Cabildo, en apoyo al proceso de cambio en Bolivia liderado por el presidente Evo Morales.


Estuvieron presentes esta mañana Hugo Godoy y Roberto Baradel, secretario general y adjunto respectivamente de la CTA Buenos Aires. También participó Manuel Alzina, secretario adjunto de la CTA porteña; Nahuel Pino, de la Secretaría de Pueblos Originarios de CTA Buenos Aires y Frida Rojas, integrante del Colectivo Bolivia Urgente.

El primero en tomar la palabra fue Godoy, quién destacó que el proceso que se está dando en el país limítrofe es “sin duda extraordinariamente rico y está permitiendo la independencia de nuestras naciones y la integración entre los diversos pueblos y comunidades que forman parte de nuestras naciones latinoamericanas. La capacidad de unidad va a permitir terminar con años donde las divisiones han favorecido el dominio del Imperio norteamericano”.

Seguidamente, Frida Rojas expresó que “hace más de 500 años estamos invisibilizados y excluidos. Digo nosotros porque soy quechua. La idea de esta marcha es que ustedes sean partícipes, estén con nosotros en este proceso de cambio que involucra a toda América Latina. No sólo a Bolivia, sino que a todos los pueblos originarios que habitan nuestra Abyayala, (América). Hemos estado gobernados por gente que nunca nos visibilizó. Es el momento de decir que estamos como hermanos, todos juntos, mapuches, tobas, quechuas, aymaras, guaraníes. Me parece que la hermandad de nuestros pueblos va más allá de las fronteras”.

A continuación, Nahuel Pino apuntó: “La liberación nacional de nuestros pueblos depende de la unidad solidaria. Hoy los pueblos originarios estamos comprometidos en este lazo solidario. Y por ser parte de la CTA ese compromiso es mayor. Nos interesa Evo, nos interesa lo que pase con el pueblo bolivariano. Pero también lo que pasa con Latinoamérica”.

Luego, Roberto Baradel señaló que en la marcha de esta tarde, estarán presentes docentes de todo el país, “en apoyo al proceso de cambio en Bolivia y en defensa del proceso de integración latinoamericano”. Luego Baradel subrayó: “Rescato las palabras de Evo Morales cuando dice que llevamos adelante una transformación democrática, popular y pacífica y que aquellos que utilizan la virulencia no son los pueblos de Latinoamérica sino aquellos que quieren abortar un proceso de cambio en toda la región”.

Manuel Alzina, quien representa a la Organización Tupac Amaru de la Capital agregó después: “Esta muestra de solidaridad no es meterse en los asuntos internos de Bolivia sino que es mostrar la solidaridad de una Central de trabajadores con ese pueblo”.

Luego añadió los detalles de la marcha: “La movilización se va a realizar desde las 15.30 de hoy. Concentramos en el Congreso Nacional –Entre Ríos y Rivadavia- y marchamos hacia el Cabildo, donde se va a leer un documento. Allí, además de las organizaciones que son parte de la Central, y de distintos colectivos de Pueblos Originarios, va a haber otras organizaciones del arco social y político”.

La marcha se inscribe en la campaña nacional de solidaridad con el pueblo boliviano, impulsada por distintas organizaciones de nuestro país, como también por colectividades bolivianas de distintas ciudades de la Argentina, en vistas al referéndum revocatorio de mandatos a realizarse el próximo domingo en el país hermano, que pone en discusión la continuidad del mandato del presidente Evo Morales, el vice Álvaro García y 8 gobernadores.

Voto simbólico
El próximo domingo, mientras se realice el referéndum en Bolivia, los residentes en Argentina realizarán un voto simbólico frente a la imposibilidad de votar en nuestro país.
Publicado en [ACTA]

martes, 29 de julio de 2008

La CTA homenajeó la gesta revolucionaria en Cuba


55 aniversario del asalto al cuartel de Moncada

En un acto multitudinario, se conmemoró ayer en la CTA el 55º aniversario del asalto al Cuartel de Moncada, en Santiago de Cuba, durante la dictadura de Fulgencio Batista. Una sentida ceremonia para recordar aquella noche que inició el camino hacia la revolución en la Isla, donde entonces se plantó una alternativa para el destino de Latinoamérica.


El panel de disertantes, que estaba integrado por Alejandro Rusconi, del Movimiento Evita; Mario Alderete, del Partido Comunista Argentino; Angel Petriela, del Partido Solidario; Jorge Derkos del Frente Grande y Francisco Delgado, Consejero Político de la Embajada de Cuba, tuvo su inicio con las palabras del secretario general de la CTA, Hugo Yasky.

Yasky destacó: “Cuando se haga el balance de lo que ha sido la historia de nuestro continente en el siglo XX, sin lugar a dudas va a haber un hecho que va a marcar un antes y un después y eso es la Revolución Cubana, que además de significar por primera vez la posibilidad de demostrar en el terreno de los hechos que es posible construir una sociedad bajo la conducción del partido de la clase trabajadora; de demostrar que es posible construir otra lógica para estructurar un conjunto de seres humanos y una nación que no sea la de la propiedad privada, el lucro, la ganancia, la de la concepción insolidaria del mercado; va a demostrar que es posible construir en una experiencia que trasciende los límites estrechos y sobre todo, la concepción antihumanista de lo que es la propuesta del neoliberalismo expresada en el gobierno de Estados Unidos y sus socios de Europa. La revolución cubana demostró que era posible otro camino”.

Luego de las palabras de Rusconi, Alderete, Petriela y Derkos, tomó el micrófono Francisco Delgado, quien agradeció la realización del acto y delineó el panorama de Cuba antes de ese 26 de julio de 1953. “Aquella época era casi feudal”, sentenció.

Con cadencia caribeña, Delgado señaló en un emotivo y firme discurso: “Hay algunas máximas de la historia que no se pueden olvidar. Una de las primeras y más importantes enseñanzas de Moncada es que una idea justa puede ser derrotada, pero igual sigue siendo una idea justa. Creo que otra gran enseñanza, es que muchas veces a esas ideas justas las tienen que hacer hombres que parecen utópicos, locos. Son pocos, contra una mayoría conservadora, una minoría que domina, hegemónica, poderosa, pletórica de recursos materiales”. También agregó que “la acción del Moncada ha sido el motor pequeño del motor de la revolución cubana” y que “el camino del progreso de los pueblos, el camino de la revolución, -aunque difícil, lleno de avances y retrocesos- está lleno de pequeños o grandes Moncada”.

Para concluir su intervención, Delgado leyó un poema de Rubén Martínez Villena, político cubano: “ “Hace falta una carga para matar bribones/ para acabar la obra de las revoluciones/ para vengar los muertos que padecen ultrajo/ para limpiar la costra tenaz del coloniaje/ para no hacer inútil, en humillante suerte/ el esfuerzo y el hambre, y la herida y la muerte/ para que la República se mantenga de sí/ para cumplir el sueño de mármol de Martí / para que nuestros hijos no mendiguen de hinojos/ la patria que los padres le ganaron de pie."

Seguidamente, y luego de la proyección de un video alusivo al motivo que allí los reunía, el cierre de la actividad estuvo a cargo de Edgardo Depetri, dirigente de la Mesa Nacional de la CTA, y referente del Frente Transversal, quien apuntó: “Reconocer ese faro que fue Cuba no es cuestión de hacer un análisis de efemérides, calendarios o momentos. O instantes. A veces la política se analiza mucho con los instantes. Sobre todo en la televisión. Y no como un proceso, una historia de construcción, lucha, sacrificio, esfuerzo, convicciones, honestidad, perseverancia, democracia. De participar, ser protagonista y no delegar. Creo que todo eso fue construyéndose a través de esa maravillosa gesta que aquí celebramos”.

El Asalto al Cuartel Moncada, fue realizado por un grupo de jóvenes, en la madrugada del 26 de julio de 1953 en Santiago de Cuba. Tenía como objetivo finalizar la dictadura de Fulgencio Batista. A su mando estaba el entonces abogado Fidel Castro Ruz, quien cuando debió enfrentar el juicio por estos hechos, optó autodefenderse y presentó su alegato por escrito, que se trató de un documento histórico que se hizo conocido como “La Historia me absolverá”.

Publicado en [Agencia CTA]

sábado, 5 de julio de 2008

Los Caballeros de la Quema (también) volvieron (al menos por un rato)


Anoche, en el show que Los Pérez García dieron en Niceto, tres de los ex integrantes de Los Caballeros de la Quema subieron al escenario como invitados y tocaron su tema "Patri". Disuelta en 2002, los ex Caballeros Iván Noble, Martín Méndez y Pablo Guerra, junto a la banda de Aldo Bonzi, hicieron sonar el clásico originario de su primer disco "Manos Vacías", editado en 1993.

Los Pérez García presentaban anoche en Palermo su nuevo trabajo "Santo Remedio". Grabado en Del Cielito Records, la mezcla del disco fue hecha por Martín Méndez.

Por otra parte, Beto Olguín, frontman de Los Pérez García, y Pablo Guerra, compusieron juntos "Vení a verme", canción incluida en la primer placa como solista de Guerra, llamada "Guerra suelto".

El show que Los Pérez García estaban dando en un Niceto lleno de gente y plagado de la euforia del público, se acercaba al final. Hasta que Olguín convocó a Méndez, Guerra y Noble a subir al escenario. Los dos últimos, junto a Gabriel Carámbula, habían tocado como invitados en diferentes temas. Así, ya con los instrumentos calzados, decidieron que fuera "Patri" la canción que sonara en vivo. Fue entonces cuando el show llegó a su temperatura máxima, de la mano de un flashback que retrotrajo a los presentes a mediados los '90 y que durante unos minutos empapó de nostalgia el reducto porteño.

Formados en 1990 y oriundos de Morón, Los Caballeros de la Quema, con un rock tanguero y un estilo de barrio suburbano, formó parte de ese auge del rock argentino de mediados de aquella década maldita. También la componían Ariel Caldara -que falleció en 2001- en teclados; Javier Cavo en batería, Patricio Castillo en bajo y Carlos Arín en saxo. Su éxito subió y bajó en varias oportunidades, hasta que a principios de 2002 Noble decidió alejarse de la banda, y poco después se disolvió. En ese entonces la banda no dio su "gracias totales" final. Si bien existe un foro que promueve la iniciativa de un show despedida (http://www.delaquema.com.ar/), no hay más que rumores sobre un posible retorno. Salvo, la invitación a hacer como si. Al menos por un rato.

Redacción y fotos: Nadia Mansilla

miércoles, 2 de julio de 2008

Hikkilo “Esto es una estrategia empresarial para sosegarme”

Abogado laboralista suspendido en Mar del Plata

Julio Hikkilo, secretario general del Sindicato de Repositores en Mar del Plata, adherido a la CTA, visitó ayer la sede nacional de la Central. Su presencia fue en el marco de las acciones que está llevando a cabo para frenar una sanción que pretende aplicarle el Tribunal de Disciplina del Colegio Público de Abogados de esa ciudad costera.

La denuncia que originó la suspensión, que se basaba en la figura de “falta de fraternidad y uso de conflictos como instrumento de publicidad”, le impone 5 días de suspensión. Uno de los denunciantes, Gustavo Demarchi, es un abogado patronal que se encuentra involucrado en uno de los Juicios por la Verdad.

Hikkilo, por su parte, ha realizado un gran trabajo de registración de trabajadores clandestinos en el sector del puerto de Mar del Plata, como así también en la organización de los trabajadores privados. Además, participó en la constitución de nuevas organizaciones sindicales, como el Sindicato de Trabajadores de Plantas Faenadoras Procesadoras de Aves y Afines, que nuclea a los trabajadores de la empresa Toledo.

La suspensión, sancionada el 15 de mayo pasado, no quedó firme porque Hikkilo la apeló. Ahora, quien tiene que resolver sobre la legitimidad de la medida es el Colegio Público de Buenos Aires. Una vez agotada esta instancia se habilita la instancia judicial. Al respecto, Hikkilo se expresó sorprendido por la decisión adoptada por el Tribunal: “Me parece que responde más bien a una estrategia de la parte empresarial que trata de sosegarme. Esto, con la idea de que no continue al frente de esta iniciativa de los trabajadores, en el asesoramiento de sus derechos y en su organización. Por ello apelé esta decisión ante el Consejo Superior del Colegio en La Plata, pidiendo que se revoque la misma, entendiendo que en ningún momento violé o falté a las normas de ética profesional”.

La situación fue comunicada a los integrantes del Observatorio Jurídico de la CTA, Organismos de Derechos Humanos y a la Asociación de Abogados Laboralistas, quienes expresaron “su inmediata solidaridad y se manifestaron asombrados por este ataque al ejercicio profesional”, según Horacio Meguira, director del Departamento Jurídico de la CTA. Para Meguira, este hecho se trata de “una represalia por la condición de defensor de los derechos humanos sociales. Y se agrava la circunstancia porque al tratarse de un abogado y un dirigente, lo que se intenta reprimir es la defensa de los sectores más vulnerables que carecen de representación o la representación que poseen no responde a los intereses de los representados”.

Para Meguira “las normas internacionales intentan la protección de los derechos en general, pero son mucho más protectoras cuando se trata de defensores de derechos, porque se entiende que hay una doble vulneración: la del derecho y la de la defensa de éste. Lo que intenta claramente la patronal de Mar del Plata –en referencia a Demarchi- con este tipo de sanciones es debilitar la defensa de los trabajadores, atacando a quien los ayuda en la organización”.

Concluyendo, Meguira afirmó que “la asesoría jurídica nacional lo considera un agravio por tratarse de un abogado con militancia en la CTA y por ende va a emprender las acciones en forma conjunta con los organismos de Derechos Humanos para reivindicar el derecho de Hikkilo a seguir ejercienco la profesión con un sentido social y de los trabajadores en general, para preservar la defensa de sus propios intereses”.

Por su parte, Daniel Jorajuría, secretario de Finanzas de la CTA y secretario general de la Nueva Organización Gastronómica, añadió que ésta es “una demostración más que los grupos económicos van por más. No sólo no se detienen en prohibir la libertad sindical dentro de sus empresas sino, que además intentan quitarle la matrícula de trabajo a quien en su doble rol organiza a los trabajadores y los defiende jurídicamente como lo hace Julio”.

Finalmente, Jorajuría afirmó que “esta decisión del Colegio Público de Abogados marplatense es un avance del poder corporativo en la Argentina contra los trabajadores en tiempos en que se reclama imperiosamente más calidad institucional. Por lo tanto, es un ataque más a los derechos fundamentales del trabajo que repudiamos profundamente”.

Publicado en [ACTA]

viernes, 13 de junio de 2008

Hay algo que está sonando, seguro que ya lo oías


Viernes en la ciudad. La postal porteña tiene sus colores propios los viernes. El caos del tránsito, mucha más gente de la habitual retornando a sus hogares. Pero el bajo porteño recibía a Los Piojos y había unas pinceladas distintas.


Había pasado el mediodía cuando Andrea, junto a su hermana Mariel empezaron a hacer la fila para entrar al Luna. Vinieron de Montegrande. Las puertas no abrirían hasta pasadas las 19, pero ellas, junto a Daniela de Moreno y Lula de Hurlingham, que se sumaron después, fueron las primeras en llegar. Pertenecen al conjunto de piojosos que llega lo más temprano posible al templo donde haya ritual con la idea de sentar raíces en el vallado que divide al público del escenario. Un poco más atrás, y habiendo llegado algunas horas después, estaban Natalia de Villa Urquiza, que aguardaba por la primera vez que vería a la banda que sigue hace diez años. Al lado suyo estaba Abel, de Chivilcoy que había llegado a Buenos Aires la noche anterior. Atrás suyo, Jessica de Moreno. Seguidamente Patricia, que es la mamá de Nadia y son de Caballito. Nadia subió a bailar en Rosario y en el Luna anterior. En otra fila, conocieron a quienes las acompañaban: Griselda de Moreno y Romina de Quilmes. Romina invirtió su primer sueldo en la entrada para su primer ritual, en el River pasado. Ellas, como Andrea y Mariel, Daniela y Lula, se conocieron haciendo cola para entrar a los recitales de Los Piojos. Jonathan, en cambio, vino solo desde Bella Vista porque no lo pudo acompañar su papá, que es quien le hizo escuchar los Piojos.

Más cerca de la puerta de acceso y esperando por conseguir una entrada, estaban Eugenia de La Plata, Teresa de Bernal y Ezequiel de Berazategui, que se conocieron en las marchas de Cromañón. Luego, se acercaron al mismo punto Laila, de San Cristóbal; Gabriel de Del Viso; Alba de Máximo Paz y Agustín de Pilar, que se ganaron entradas respondiendo preguntas en la FM Mega. Se las merecían: los cuatro vinieron a todos los Luna de este año. Otros que se ganaron entradas –a través de la página oficial y su propuesta para quienes hayan estado en otros 5 recitales- para el sexto ritual fueron Ricardo de Morón, que como ya la tenía, se la regaló a su hermano. También Yanel, de San Miguel que celebraba su buena suerte, porque no le alcanzaba la plata para pagarse otro Luna. Y Hernán de San Martín; Germán de Once, Rodrigo de Longchamps, Mariano de Bella Vista y Facundo de Villa Ballester. Algunos se enteraron por la costumbre de entrar a visitar la página, y otros porque les pasó el dato algún amigo.


Más tarde, y con el Luna más vacío que lleno, Sebastián, Victoria, Ana, Juan y Lucila, de Roque Pérez. Belén y Aldana, de Alberti (que los escucha desde que nació) estaban en la valla.

Cuando a las 21:40 se apagaron las luces, sólo los acordes de “Te diría" acallaron el “mamá yo quiero/mamá yo quiero mamá/que salga Ciro y todo el año es carnaval” que secundó la proyección de distintas imágenes a las habituales de las pantallas. Ciro tomó la voz recién cuando vino el “Si dijéramos que el sol cae sin ganas”. Una bandera amarilla con el Piojo de 3er Arco y una de Morón se agitaban en el campo.

“Taxi Boy” contó con una improvisación en el teclado de Chucky De Ipola. “Muchas gracias, buenas noches”, dijo Ciro y después siguió con “Chac tu Chac”, donde clavó sus labios jaggerianos de Ciro en la cámara que lo filmaba.

Piti, con su remera que rezaba “PAZ”, así en mayúscula y bien grande, tocó su guitarra sentado cuando sonó “Civilización”. Unas vías de ferrocarril se proyectaron en la pantalla mientras sonaba “Vine hasta aquí”, con el Changuito Farías Gómez en la guitarra, en vez de en los tambores.

“Estamos románticos hoy”, dijo Ciro, para después seguir con “Y qué más”, y su pedacito de “Let it bleed” de Los Rolling Stones. “Ckucky, viejo amigo”, le decía Micky al tecladista mientras sonaba el puente de la canción, en un estilo tanguero. Cuando fue el turno de “Los Mocosos” Ciro se sacó la campera negra brillante que vestía y se puso a bailar frenéticamente. Tuvo su descanso luego, cuando el dejó el escenario al canoso bajista para que cante “Fijate”. “¿Vamos con otra?”, preguntaron al público. Y sonó “Un buen día”, mientras unas luces estroboscópicas subrayaban el ritmo y una autopista de rayos se proyectaba en la pantalla.

Cuando sonó “Agua”, la atmósfera del Luna era lunar. Una neblina azul asaltó la atmósfera. Y un flaco subido a otro sacudía unas llaves y un documento buscando su dueño.

En la única pantalla que había en el escenario, los piojos de distintos discos tomaron cuerpos en trazos elaborados aunque simples, y colores estridentes cuando llegó “Shup shup”. También hubo duelos musicales entre Micky y Ciro y Chucky y Tavo. En cambio cuando sonó “Manjar” -y su habitual pedacito de “Debede” de Sumo- llegaron unas chicas tan desinhibidas como tímidas frente a las cámaras.

Seguido, “Pistolas”, que es uno de esos temas en los que Tavo toca con fuerza. Como si fuera a romper la guitarra. Ahí, Ciro hizo sonar un cornetón de plástico, como ese que casi abre “Ritual”, el quinto disco de la banda. También hubo una improvisación del Changuito, que de a poco pintó de verde y amarillo sus cueros.

“Directamente desde Mil Hormigas”, dijo Ciro para presentar al Rifle Pandolfi y a Fran Aguilar, que se colgaron las guitarras para tocar “Tan solo”. Ahí, el cantante de la banda de Palomar tomó la cámara para filmar al público. Entonces, rápidamente se levantaron las banderas. Casi toda la canción la cantó el público.

Nubes que teñían una tormenta se proyectaron en la pantalla cuando sonó “Pacífico”. Luego Ciro tocó en reggae el comienzo de “El Farolito”. El himno de “3er Arco” también contó con una improvisación del teclado de Chuky, unas estrofas de Relax (de Frankie Goes to Hollywood) y “La rubia tarada”. Después de soltar un megáfono al que le había encendido la sirena, el cantante largó un “¡Chau, buenas noches!”, que adelantó el receso que vendría. Hasta que vendrían los bises, los cantitos del público tuvieron un delay.

“Estamos terminando el sexto Luna Park. Mañana es el séptimo. Queríamos agradecerles… y ahora vamos a tocar “Bicho de ciudad”, dijo Andrés Ciro. Entonces se levantaron carteles y banderas con pedidos para subir a rasgar la guitarra. Así subió Kevin de Monte Chingolo, que tenía una remera que decía “YO Kiero tocar” en el frente. “Kevin. Que viniste y te hice subir”, jugó Ciro con su nombre. “¿Mañana venís?” le preguntó luego a Mariano de Hudson, que como le dijo que no, también subió al escenario. Aplausos. Y con una guitarra acústica y una eléctrica extra, sonó la canción del nuevo disco, mientras en la pantalla se veía la vista desde las ventanillas de un tren.

El Changuto se volvió a calzar la guitarra para cantar “Umbekannt”. Potencia vikinga. Después, De Ipola cantó la primera estrofa de “Ruleta”, donde Ciro bajó por la derecha del escenario y subió por la izquierda, saludando a todos los que estaban en la valla.
Bises otra vez. Y el Luna, un tanto lúgubre, dio paso a “Genius”, con los vientos de Victor Skorupsky en el saxo, Bebe Ferreira en el trombón y Juan Cruz de Urquiza en la trompeta. Hacia el final de la canción, justo ahí, donde el tema estalla, el recinto se iluminó con las voces del público. Un solo de trompeta invadió “Muévelo”, donde bailaron Nadia, la de Caballito y Leonel. Cuando el tema pareció esfumarse, renació para dar el puntapié inicial del cierre.

Entonces llegó “Buenos días Palomar”, que fue acompañado por un efecto de agua en la pantalla que proyectaba a los músicos. Las banderas eran desplegadas por sus dueños hasta ser leídas. Finalmente los siete músicos se abrazaron al final de la pasarela que promediaba el escenario. Luego repartieron púas y palillos. Micky le hizo upa a su hija Morena, que con sus bracitos tiraba púas como si fuera alimento para peces en un estanque.

Así cerraba la primera de las dos últimas jornadas de Los Piojos en el Luna Park. Afuera, a encontrarse con amigos, familiares, compañeros de emoción, que fueron testigos de un ritual. Muchos de los cuales, llenaron su sangre de pasión piojosa en los últimos meses. Porque los rituales son encuentros de una gran familia. La gran familia piojosa. La misma que el sábado 14 los despedirìa hasta octubre.

Redacción: Nadia Mansilla

Foto: Sebastián Klein

Publicado en: www.lospiojos.com.ar

jueves, 12 de junio de 2008

Por el 82% móvil


Campaña de recolección de firmas de la FeTraJub-CTA

La Federación de Trabajadores Jubilados de la CTA, junto al Foro en Defensa de la Seguridad Social, iniciaron en mayo una Campaña Nacional para reunir 450 mil firmas que permitan el tratamiento de un proyecto de ley sobre movilidad en los haberes jubilatorios.



La iniciativa parlamentaria fue presentada al Congreso Nacional por los diputados Claudio Lozano y María América González y tiene como objetivo concretar la movilidad en los haberes jubilatorios.

Este proyecto de ley plantea la modificación del artículo 32 de la Ley 24.241 y promueve la movilidad de las prestaciones previsionales mediante la creación del “Coeficiente de Actualización y Garantía de Movilidad”. Así, se garantizaría la movilidad de los haberes jubilatorios, tal como ocurrió –tras un largo proceso judicial- con Adolfo Badaro. En ese caso, la Corte Suprema de Justicia de la Nación reconoció por unanimidad la movilidad de los haberes con una actualización del 88,6%.

En pos de este objetivo, las dos organizaciones se reunieron con el secretario General de la Central, Hugo Yasky, y la secretaria de Previsión de la Central, Lidia Meza, con el fin de delinear las acciones que promuevan la recolección de las 450.000 firmas adherentes a la iniciativa.
Cabe destacar que las prestaciones previsionales se han degradado en los últimos años, achatando las escalas jubilatorias: el 70% de los jubilados del país percibe el haber mínimo jubilatorio, que está por debajo de la línea de pobreza que define el INDEC.

Con más de 800 marchas de los miércoles sobre sus espaldas, estas organizaciones buscan profundizar la lucha por una nueva Ley Previsional. Se espera completar esa cantidad de adherentes de aquí a septiembre y lograr concientizar al conjunto de los trabajadores sobre esta problemática. Del mismo modo que la salud no es un problema de los trabajadores de la salud, la jubilación tampoco es un problema de los que están jubilados.

Publicado en [Agencia CTA]

miércoles, 4 de junio de 2008

Cuántas veces arranqué por tu amor




Maxi de Lanús tiene 24 años y un tatuaje de Los Piojos en su espalda. La primera vez que los fue a ver fue en el 2001 en Atlanta. Otro que eternizó la pasión en su piel –con el hombrecito de “Chac tu chac”- es Luciano, de La Boca, que tiene 22 y su primer ritual fue en algún Obras. Con él está Belén, de Avellaneda, que la primera vez que los vio fue en el Quilmes de este año, porque dice que es “más ricotera que piojosa”. Al menos por ahora. Cerca suyo está Jimena, que es de Barracas. Tiene 20 años y hace 8 presenció un recital de Los Piojos en Huracán. Todos, minutos antes de las 21 del primer miércoles de junio, tejían la famosa “previa”: el aguante de antes que Los Piojos salgan al escenario.



Cuando las pantallas del escenario -que estaba dispuesto igual que la jornada anterior- dejaron de mostrar las imágenes de agua tierra fuego y aire que dan inicio a los rituales versión ’08, sonó, irreverente, “Arco”. Mientras las banderas de Merlo, Guernica y Morón eran flameadas con entusiasmo, las pantallas ahora transmitían retratos vivos de un fuego despiadado. Siguió “Te diría” y “María y José”, como un trío imbatible.



“Civilización” continuó el rumbo del recital. Después de preguntarle al público cómo estaba, y recibir un “¡bien!“ al unísono, Andrés Ciro anunció que el que seguía era “un viejo tema”. Y con unas tenues luces azules llegó “Angelito”. “Basta de penas”, con Ciro y Piti sentados, fue lo que siguió. Para cuando arrancó “Motumbo”, la platea empezó a pararse, para agitar con el tema de “Verde paisaje del infierno”. “¡Danke!” exclamó el cantante, mientras que Peter y sus chinas iban por ahí.



Una proyección caleidoscópica volvió a decir presente cuando sonó “Luz de marfil”. Luego Micky tomó el micrófono, agarró el público y lo metió en su bolsillo, al cantar “Un buen día”. Ciro retornó al micrófono para cantar “Fantasma”, que contó con los vientos de Victor Skorupsky en el saxo, Bebe Ferreira en el trombón y Juan Cruz de Urquiza en la trompeta. Luego sonó “Manjar”, con el pedacito de “Debede”, de Sumo, que lo acompaña. En estas dos canciones, Andrés anduvo con mayor libertad de movimiento porque llevaba un micrófono inalámbrico que pendía sobre su oreja. Así, sus pasos de baile tuvieron más espacio.



Seguidamente, Andrés Ciro anunció: “Vamos a invitar a un viejo amigo de la banda, coautor de este tema”. Y entonces apareció Diego Chávez, de la QK del Quía, para cantar “Siempre bajando” (más ”Sympathy for the Devil" y "Hey Jude”). Abrazo arriba del escenario. Aplausos desde abajo.



Otro invitado llegó para el siguiente tema. Se trataba de Piti Fernández, pero el de Las Pastillas del Abuelo. “¿Cuándo van a ver dos Pitis Fernández juntos?”, bromeó el Piti Piojo desde el mic. Fue para tocar “Tan Solo”, en la que mientras el Piti de Las Pastillas gesticulaba enfático, Ciro filmaba a la gente del público. Luego, después de que sonara “Dientes de cordero”, a cuyo final la gente coreaba “El que no salta es un inglés”, el cantante pensó en voz alta “Qué bueno sería que los ingleses fueran nuestro único problema, ¿no?”. Comentario sagaz en tiempos difíciles.



La banda retornó con “Difícil” y “Buenos tiempos” e invitó para los primeros bises a Martín “Tucán” Bossa, que compartió el teclado con Chucky De ípola. Lo que siguió, fue la convocatoria a algún piojoso para que suba a tocar. Aquella idea de Omar de Villa Ortúzar, de llevar un cartel para tocar “Bicho de ciudad”, contó con varios seguidores. Aún sin cartel, subió Nicolás de Lanús. Mientras tanto, las pantallas mostraban vistas aéreas de campos verdes, lejos de la urbanidad enfermiza. Nicolás, como Denisse el día anterior, se llevó una púa y la careta de Carlitos Balá, que vendría a certificar el haber pasado por el escenario en un ritual.



Luego, fue el turno de “Hoy es hoy” y “El Balneario de los doctores crotos”, donde hubo pedacitos de “Sex Machine”, de James Brown; “Relax”, de Frankie Goes To Hollywood; “La rubia tarada”, de Sumo y “We will rock you” de Queen. Además, contó con un solo de Roger Cardero en la batería; un duelo entre Andrés Ciro con Chucky en el teclado y otro con el Changuito. Una vez terminada la versión extendida, y yendo de vuelta a bises, en el silencio se escuchó la pregunta “¿Cómo salió Boca?”, que todavía estaba jugando con el Fluminense (y estaba perdiendo).



“Genius” retomó la acción, con la presencia de una hermosa Gibson roja que tocó el “Carpo” Cortés, quien registra todos los rituales de los últimos años y es el encargado de la sorprendente puesta en escena. También estuvieron el saxo, trombón y la trompeta, que fueron presentados cual prenda de Felíz Domingo para la juventud.



Con la llegada de “Muévelo”, subieron al escenario los asistentes de la banda para sus tradicionales pasos murgueros –que suelen arribar para “El balneario de los doctores crotos”- y también estuvieron dos chicos y dos chicas, elegidos por el cantante de la banda. “Buenos días Palomar” volvió a ser elegida para el cierre de la noche. Ciro se paró de cabeza antes de leer las banderas. Se esfumaba el par de noches piojosas en el bajo porteño.



Es entonces cuando los mismos que hicieron la previa, ahora hacen la salida. Tal vez, a tomar alguna cerveza por ahí. O directamente volver a casa, como Silvina y Valeria, de 21 y 16 años que vinieron de Pablo Nogués y Del Viso, respectivamente. Silvina presenció por primera vez un ritual en Luján, en el año 92. Y Valeria, en el Quilmes Rock del 2007. Silvina se quedó con ganas de escuchar “Globalización” y “Ximenita”, pero aún así, dice que estuvo “tremendamente bueno”. En cambio Valeria dice haber escuchado todas las canciones que quería que sonaran.





Mientras tanto, Luciana, Maitén y Marcela, que vinieron de Caballito, dicen que los van a ver “a todas partes” y agregan que su primer ritual fue en Atlanta, en el 2001. Unos cuantos minutos más tarde, Sabrina y Viviana compraban un pancho cerca de Corrientes y Callao, a donde llegaron caminando para tomarse el 60, con la intención de volver a Virreyes, desde donde vinieron. Con sus 22 y 24 años, coinciden en los recitales de la banda de El Palomar. Y compartieron la primera vez que los vieron en vivo, en Vélez del 2004. Con timidez, expresan un balance que bien resume el doblete piojoso: “Nos gusta venir a Luna porque escuchamos todos los temas que queremos. En el Luna es mejor que en un estadio grande. En el Luna es más un ritual”.

Redacción: Nadia Mansilla
Foto: Sebastián Klein
Publicado en:
www.lospiojos.com.ar