viernes, 13 de junio de 2008

Hay algo que está sonando, seguro que ya lo oías


Viernes en la ciudad. La postal porteña tiene sus colores propios los viernes. El caos del tránsito, mucha más gente de la habitual retornando a sus hogares. Pero el bajo porteño recibía a Los Piojos y había unas pinceladas distintas.


Había pasado el mediodía cuando Andrea, junto a su hermana Mariel empezaron a hacer la fila para entrar al Luna. Vinieron de Montegrande. Las puertas no abrirían hasta pasadas las 19, pero ellas, junto a Daniela de Moreno y Lula de Hurlingham, que se sumaron después, fueron las primeras en llegar. Pertenecen al conjunto de piojosos que llega lo más temprano posible al templo donde haya ritual con la idea de sentar raíces en el vallado que divide al público del escenario. Un poco más atrás, y habiendo llegado algunas horas después, estaban Natalia de Villa Urquiza, que aguardaba por la primera vez que vería a la banda que sigue hace diez años. Al lado suyo estaba Abel, de Chivilcoy que había llegado a Buenos Aires la noche anterior. Atrás suyo, Jessica de Moreno. Seguidamente Patricia, que es la mamá de Nadia y son de Caballito. Nadia subió a bailar en Rosario y en el Luna anterior. En otra fila, conocieron a quienes las acompañaban: Griselda de Moreno y Romina de Quilmes. Romina invirtió su primer sueldo en la entrada para su primer ritual, en el River pasado. Ellas, como Andrea y Mariel, Daniela y Lula, se conocieron haciendo cola para entrar a los recitales de Los Piojos. Jonathan, en cambio, vino solo desde Bella Vista porque no lo pudo acompañar su papá, que es quien le hizo escuchar los Piojos.

Más cerca de la puerta de acceso y esperando por conseguir una entrada, estaban Eugenia de La Plata, Teresa de Bernal y Ezequiel de Berazategui, que se conocieron en las marchas de Cromañón. Luego, se acercaron al mismo punto Laila, de San Cristóbal; Gabriel de Del Viso; Alba de Máximo Paz y Agustín de Pilar, que se ganaron entradas respondiendo preguntas en la FM Mega. Se las merecían: los cuatro vinieron a todos los Luna de este año. Otros que se ganaron entradas –a través de la página oficial y su propuesta para quienes hayan estado en otros 5 recitales- para el sexto ritual fueron Ricardo de Morón, que como ya la tenía, se la regaló a su hermano. También Yanel, de San Miguel que celebraba su buena suerte, porque no le alcanzaba la plata para pagarse otro Luna. Y Hernán de San Martín; Germán de Once, Rodrigo de Longchamps, Mariano de Bella Vista y Facundo de Villa Ballester. Algunos se enteraron por la costumbre de entrar a visitar la página, y otros porque les pasó el dato algún amigo.


Más tarde, y con el Luna más vacío que lleno, Sebastián, Victoria, Ana, Juan y Lucila, de Roque Pérez. Belén y Aldana, de Alberti (que los escucha desde que nació) estaban en la valla.

Cuando a las 21:40 se apagaron las luces, sólo los acordes de “Te diría" acallaron el “mamá yo quiero/mamá yo quiero mamá/que salga Ciro y todo el año es carnaval” que secundó la proyección de distintas imágenes a las habituales de las pantallas. Ciro tomó la voz recién cuando vino el “Si dijéramos que el sol cae sin ganas”. Una bandera amarilla con el Piojo de 3er Arco y una de Morón se agitaban en el campo.

“Taxi Boy” contó con una improvisación en el teclado de Chucky De Ipola. “Muchas gracias, buenas noches”, dijo Ciro y después siguió con “Chac tu Chac”, donde clavó sus labios jaggerianos de Ciro en la cámara que lo filmaba.

Piti, con su remera que rezaba “PAZ”, así en mayúscula y bien grande, tocó su guitarra sentado cuando sonó “Civilización”. Unas vías de ferrocarril se proyectaron en la pantalla mientras sonaba “Vine hasta aquí”, con el Changuito Farías Gómez en la guitarra, en vez de en los tambores.

“Estamos románticos hoy”, dijo Ciro, para después seguir con “Y qué más”, y su pedacito de “Let it bleed” de Los Rolling Stones. “Ckucky, viejo amigo”, le decía Micky al tecladista mientras sonaba el puente de la canción, en un estilo tanguero. Cuando fue el turno de “Los Mocosos” Ciro se sacó la campera negra brillante que vestía y se puso a bailar frenéticamente. Tuvo su descanso luego, cuando el dejó el escenario al canoso bajista para que cante “Fijate”. “¿Vamos con otra?”, preguntaron al público. Y sonó “Un buen día”, mientras unas luces estroboscópicas subrayaban el ritmo y una autopista de rayos se proyectaba en la pantalla.

Cuando sonó “Agua”, la atmósfera del Luna era lunar. Una neblina azul asaltó la atmósfera. Y un flaco subido a otro sacudía unas llaves y un documento buscando su dueño.

En la única pantalla que había en el escenario, los piojos de distintos discos tomaron cuerpos en trazos elaborados aunque simples, y colores estridentes cuando llegó “Shup shup”. También hubo duelos musicales entre Micky y Ciro y Chucky y Tavo. En cambio cuando sonó “Manjar” -y su habitual pedacito de “Debede” de Sumo- llegaron unas chicas tan desinhibidas como tímidas frente a las cámaras.

Seguido, “Pistolas”, que es uno de esos temas en los que Tavo toca con fuerza. Como si fuera a romper la guitarra. Ahí, Ciro hizo sonar un cornetón de plástico, como ese que casi abre “Ritual”, el quinto disco de la banda. También hubo una improvisación del Changuito, que de a poco pintó de verde y amarillo sus cueros.

“Directamente desde Mil Hormigas”, dijo Ciro para presentar al Rifle Pandolfi y a Fran Aguilar, que se colgaron las guitarras para tocar “Tan solo”. Ahí, el cantante de la banda de Palomar tomó la cámara para filmar al público. Entonces, rápidamente se levantaron las banderas. Casi toda la canción la cantó el público.

Nubes que teñían una tormenta se proyectaron en la pantalla cuando sonó “Pacífico”. Luego Ciro tocó en reggae el comienzo de “El Farolito”. El himno de “3er Arco” también contó con una improvisación del teclado de Chuky, unas estrofas de Relax (de Frankie Goes to Hollywood) y “La rubia tarada”. Después de soltar un megáfono al que le había encendido la sirena, el cantante largó un “¡Chau, buenas noches!”, que adelantó el receso que vendría. Hasta que vendrían los bises, los cantitos del público tuvieron un delay.

“Estamos terminando el sexto Luna Park. Mañana es el séptimo. Queríamos agradecerles… y ahora vamos a tocar “Bicho de ciudad”, dijo Andrés Ciro. Entonces se levantaron carteles y banderas con pedidos para subir a rasgar la guitarra. Así subió Kevin de Monte Chingolo, que tenía una remera que decía “YO Kiero tocar” en el frente. “Kevin. Que viniste y te hice subir”, jugó Ciro con su nombre. “¿Mañana venís?” le preguntó luego a Mariano de Hudson, que como le dijo que no, también subió al escenario. Aplausos. Y con una guitarra acústica y una eléctrica extra, sonó la canción del nuevo disco, mientras en la pantalla se veía la vista desde las ventanillas de un tren.

El Changuto se volvió a calzar la guitarra para cantar “Umbekannt”. Potencia vikinga. Después, De Ipola cantó la primera estrofa de “Ruleta”, donde Ciro bajó por la derecha del escenario y subió por la izquierda, saludando a todos los que estaban en la valla.
Bises otra vez. Y el Luna, un tanto lúgubre, dio paso a “Genius”, con los vientos de Victor Skorupsky en el saxo, Bebe Ferreira en el trombón y Juan Cruz de Urquiza en la trompeta. Hacia el final de la canción, justo ahí, donde el tema estalla, el recinto se iluminó con las voces del público. Un solo de trompeta invadió “Muévelo”, donde bailaron Nadia, la de Caballito y Leonel. Cuando el tema pareció esfumarse, renació para dar el puntapié inicial del cierre.

Entonces llegó “Buenos días Palomar”, que fue acompañado por un efecto de agua en la pantalla que proyectaba a los músicos. Las banderas eran desplegadas por sus dueños hasta ser leídas. Finalmente los siete músicos se abrazaron al final de la pasarela que promediaba el escenario. Luego repartieron púas y palillos. Micky le hizo upa a su hija Morena, que con sus bracitos tiraba púas como si fuera alimento para peces en un estanque.

Así cerraba la primera de las dos últimas jornadas de Los Piojos en el Luna Park. Afuera, a encontrarse con amigos, familiares, compañeros de emoción, que fueron testigos de un ritual. Muchos de los cuales, llenaron su sangre de pasión piojosa en los últimos meses. Porque los rituales son encuentros de una gran familia. La gran familia piojosa. La misma que el sábado 14 los despedirìa hasta octubre.

Redacción: Nadia Mansilla

Foto: Sebastián Klein

Publicado en: www.lospiojos.com.ar

jueves, 12 de junio de 2008

Por el 82% móvil


Campaña de recolección de firmas de la FeTraJub-CTA

La Federación de Trabajadores Jubilados de la CTA, junto al Foro en Defensa de la Seguridad Social, iniciaron en mayo una Campaña Nacional para reunir 450 mil firmas que permitan el tratamiento de un proyecto de ley sobre movilidad en los haberes jubilatorios.



La iniciativa parlamentaria fue presentada al Congreso Nacional por los diputados Claudio Lozano y María América González y tiene como objetivo concretar la movilidad en los haberes jubilatorios.

Este proyecto de ley plantea la modificación del artículo 32 de la Ley 24.241 y promueve la movilidad de las prestaciones previsionales mediante la creación del “Coeficiente de Actualización y Garantía de Movilidad”. Así, se garantizaría la movilidad de los haberes jubilatorios, tal como ocurrió –tras un largo proceso judicial- con Adolfo Badaro. En ese caso, la Corte Suprema de Justicia de la Nación reconoció por unanimidad la movilidad de los haberes con una actualización del 88,6%.

En pos de este objetivo, las dos organizaciones se reunieron con el secretario General de la Central, Hugo Yasky, y la secretaria de Previsión de la Central, Lidia Meza, con el fin de delinear las acciones que promuevan la recolección de las 450.000 firmas adherentes a la iniciativa.
Cabe destacar que las prestaciones previsionales se han degradado en los últimos años, achatando las escalas jubilatorias: el 70% de los jubilados del país percibe el haber mínimo jubilatorio, que está por debajo de la línea de pobreza que define el INDEC.

Con más de 800 marchas de los miércoles sobre sus espaldas, estas organizaciones buscan profundizar la lucha por una nueva Ley Previsional. Se espera completar esa cantidad de adherentes de aquí a septiembre y lograr concientizar al conjunto de los trabajadores sobre esta problemática. Del mismo modo que la salud no es un problema de los trabajadores de la salud, la jubilación tampoco es un problema de los que están jubilados.

Publicado en [Agencia CTA]

miércoles, 4 de junio de 2008

Cuántas veces arranqué por tu amor




Maxi de Lanús tiene 24 años y un tatuaje de Los Piojos en su espalda. La primera vez que los fue a ver fue en el 2001 en Atlanta. Otro que eternizó la pasión en su piel –con el hombrecito de “Chac tu chac”- es Luciano, de La Boca, que tiene 22 y su primer ritual fue en algún Obras. Con él está Belén, de Avellaneda, que la primera vez que los vio fue en el Quilmes de este año, porque dice que es “más ricotera que piojosa”. Al menos por ahora. Cerca suyo está Jimena, que es de Barracas. Tiene 20 años y hace 8 presenció un recital de Los Piojos en Huracán. Todos, minutos antes de las 21 del primer miércoles de junio, tejían la famosa “previa”: el aguante de antes que Los Piojos salgan al escenario.



Cuando las pantallas del escenario -que estaba dispuesto igual que la jornada anterior- dejaron de mostrar las imágenes de agua tierra fuego y aire que dan inicio a los rituales versión ’08, sonó, irreverente, “Arco”. Mientras las banderas de Merlo, Guernica y Morón eran flameadas con entusiasmo, las pantallas ahora transmitían retratos vivos de un fuego despiadado. Siguió “Te diría” y “María y José”, como un trío imbatible.



“Civilización” continuó el rumbo del recital. Después de preguntarle al público cómo estaba, y recibir un “¡bien!“ al unísono, Andrés Ciro anunció que el que seguía era “un viejo tema”. Y con unas tenues luces azules llegó “Angelito”. “Basta de penas”, con Ciro y Piti sentados, fue lo que siguió. Para cuando arrancó “Motumbo”, la platea empezó a pararse, para agitar con el tema de “Verde paisaje del infierno”. “¡Danke!” exclamó el cantante, mientras que Peter y sus chinas iban por ahí.



Una proyección caleidoscópica volvió a decir presente cuando sonó “Luz de marfil”. Luego Micky tomó el micrófono, agarró el público y lo metió en su bolsillo, al cantar “Un buen día”. Ciro retornó al micrófono para cantar “Fantasma”, que contó con los vientos de Victor Skorupsky en el saxo, Bebe Ferreira en el trombón y Juan Cruz de Urquiza en la trompeta. Luego sonó “Manjar”, con el pedacito de “Debede”, de Sumo, que lo acompaña. En estas dos canciones, Andrés anduvo con mayor libertad de movimiento porque llevaba un micrófono inalámbrico que pendía sobre su oreja. Así, sus pasos de baile tuvieron más espacio.



Seguidamente, Andrés Ciro anunció: “Vamos a invitar a un viejo amigo de la banda, coautor de este tema”. Y entonces apareció Diego Chávez, de la QK del Quía, para cantar “Siempre bajando” (más ”Sympathy for the Devil" y "Hey Jude”). Abrazo arriba del escenario. Aplausos desde abajo.



Otro invitado llegó para el siguiente tema. Se trataba de Piti Fernández, pero el de Las Pastillas del Abuelo. “¿Cuándo van a ver dos Pitis Fernández juntos?”, bromeó el Piti Piojo desde el mic. Fue para tocar “Tan Solo”, en la que mientras el Piti de Las Pastillas gesticulaba enfático, Ciro filmaba a la gente del público. Luego, después de que sonara “Dientes de cordero”, a cuyo final la gente coreaba “El que no salta es un inglés”, el cantante pensó en voz alta “Qué bueno sería que los ingleses fueran nuestro único problema, ¿no?”. Comentario sagaz en tiempos difíciles.



La banda retornó con “Difícil” y “Buenos tiempos” e invitó para los primeros bises a Martín “Tucán” Bossa, que compartió el teclado con Chucky De ípola. Lo que siguió, fue la convocatoria a algún piojoso para que suba a tocar. Aquella idea de Omar de Villa Ortúzar, de llevar un cartel para tocar “Bicho de ciudad”, contó con varios seguidores. Aún sin cartel, subió Nicolás de Lanús. Mientras tanto, las pantallas mostraban vistas aéreas de campos verdes, lejos de la urbanidad enfermiza. Nicolás, como Denisse el día anterior, se llevó una púa y la careta de Carlitos Balá, que vendría a certificar el haber pasado por el escenario en un ritual.



Luego, fue el turno de “Hoy es hoy” y “El Balneario de los doctores crotos”, donde hubo pedacitos de “Sex Machine”, de James Brown; “Relax”, de Frankie Goes To Hollywood; “La rubia tarada”, de Sumo y “We will rock you” de Queen. Además, contó con un solo de Roger Cardero en la batería; un duelo entre Andrés Ciro con Chucky en el teclado y otro con el Changuito. Una vez terminada la versión extendida, y yendo de vuelta a bises, en el silencio se escuchó la pregunta “¿Cómo salió Boca?”, que todavía estaba jugando con el Fluminense (y estaba perdiendo).



“Genius” retomó la acción, con la presencia de una hermosa Gibson roja que tocó el “Carpo” Cortés, quien registra todos los rituales de los últimos años y es el encargado de la sorprendente puesta en escena. También estuvieron el saxo, trombón y la trompeta, que fueron presentados cual prenda de Felíz Domingo para la juventud.



Con la llegada de “Muévelo”, subieron al escenario los asistentes de la banda para sus tradicionales pasos murgueros –que suelen arribar para “El balneario de los doctores crotos”- y también estuvieron dos chicos y dos chicas, elegidos por el cantante de la banda. “Buenos días Palomar” volvió a ser elegida para el cierre de la noche. Ciro se paró de cabeza antes de leer las banderas. Se esfumaba el par de noches piojosas en el bajo porteño.



Es entonces cuando los mismos que hicieron la previa, ahora hacen la salida. Tal vez, a tomar alguna cerveza por ahí. O directamente volver a casa, como Silvina y Valeria, de 21 y 16 años que vinieron de Pablo Nogués y Del Viso, respectivamente. Silvina presenció por primera vez un ritual en Luján, en el año 92. Y Valeria, en el Quilmes Rock del 2007. Silvina se quedó con ganas de escuchar “Globalización” y “Ximenita”, pero aún así, dice que estuvo “tremendamente bueno”. En cambio Valeria dice haber escuchado todas las canciones que quería que sonaran.





Mientras tanto, Luciana, Maitén y Marcela, que vinieron de Caballito, dicen que los van a ver “a todas partes” y agregan que su primer ritual fue en Atlanta, en el 2001. Unos cuantos minutos más tarde, Sabrina y Viviana compraban un pancho cerca de Corrientes y Callao, a donde llegaron caminando para tomarse el 60, con la intención de volver a Virreyes, desde donde vinieron. Con sus 22 y 24 años, coinciden en los recitales de la banda de El Palomar. Y compartieron la primera vez que los vieron en vivo, en Vélez del 2004. Con timidez, expresan un balance que bien resume el doblete piojoso: “Nos gusta venir a Luna porque escuchamos todos los temas que queremos. En el Luna es mejor que en un estadio grande. En el Luna es más un ritual”.

Redacción: Nadia Mansilla
Foto: Sebastián Klein
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www.lospiojos.com.ar

martes, 3 de junio de 2008

Cómo me gusta el Luna Park


Cuando se apaga la luz, se enciende la euforia. Los reflectores amagaron en varias oportunidades. Pero fue a las 21.15 del martes cuando la única luz que había en el Luna Park era la de las cuatro pantallas en el escenario. Proyectaban el video introductorio de los shows de la Gira Civilización ’08 de Los Piojos. Ah, también las de los celulares, que sacaban fotos de las imágenes de agua, tierra, fuego y aire que luego se fundían para formar un 87.
Los acordes de “Manjar” dieron inicio. Mientras tanto, un pibe, bien pegado a la valla del campo, sostenía un cartel de papel donde pedía tocar “Bicho de Ciudad”. Faltaba bastante para el momento en el que la banda invita a algún guitarrista a escena. De todas maneras él hacía equilibrio entre el pogo, que luego se encendió con “Babilonia”. Para “Ay ay ay” las pantallas proyectaron un video filmado a bordo un tren, partiendo desde el sur de la Ciudad de Buenos Aires, hacia el conurbano bonaerense. En la zapada que acompaña el final de este tema, Ciro lanzó un “Cómo me gusta / el Luna Park”.
El sonido del bajo que abraza Micky subrayó el mensaje de “Civilización”, que fue el cuarto tema. Luego, fue el turno de tal vez la canción más sentida de la banda: “Canción de cuna”. La misma que Vero, una piojosa de Villa Urquiza, “posteó” en su fotolog con la imagen de su hijo de 14 meses.
“Entrando en tu ciudad” fue el siguiente. Durante todo el show, se pudo percibir cómo cada tema creó su identidad discográfica, que se potencia en vivo. Así, los sonidos de cada canción son rápidamente relacionados al disco al que pertenecen. Algo que se notó cuando “Labios de seda” precedió a “Llevátelo”. Además, ahí hubo un loop en vivo, de Ciro y su armónica. Indescriptible.
Luego Micky tomó el micrófono para sus “Fijate” (acompañado por proyecciones de nubes en las pantallas) y “Un buen día” (con imágenes de los músicos, distorsionadas con relieves). Luego, Ciro volvió a tomar la voz con “Agua”. Y entonces, sólo unas luces azules se enredaban en la oscuridad del estadio, mientras que las pantallas mostraban un mar irreverente, crudo, imponente.
Mientras tanto, en la platea, Pachi y Román, de 18 y 21 años, disfrutan del recital intensamente. Son de Hurlingham, y tocan juntos en una banda que se llama Bajo Cielo. Además, dan una mano en el Hogar del Barrio, que se llama María Virgen Madre. Cuentan que la primera vez que los vieron fue en Boca en el 2005. Al lado suyo están sentados Hernán y Germán, que son compañeros de trabajo. Hernán es de Villa Urquiza, tiene 30 años y vino del trabajo. Labura en Plaza de Mayo. Es licenciado en Recursos Humanos. La primera vez que los vio fue en Go de Mar del Plata. No recuerda en qué año, pero calcula que fue cerca de 1996. Germán, por su parte, es la segunda vez que los ve. La primera fue en uno de los Luna de abril. Volvió, porque le sorprende el show y la puesta en escena, aunque no acostumbra ver recitales de rock argentino. Él solía ir a conciertos de bandas internacionales que visitaban nuestro país en la década del 90.
“Cruces y flores” siguió la lista de temas. Luego sonó "Esquina libertad", con Tavo, Andrés, Micky y Piti bajo una pasarela que precede a las cuatro pantallas. Con una intro en la armónica de Andrés Ciro, llegó "Guadalupe". "Siempre bajando", con las todavía novedosas inclusiones de fragmentos de "Sympathy for the Devil" y "Hey Jude". Para "Difícil", las pantallas mostraban cuatro enormes puertas distintas, cerradas.
El siguiente tema -"Pacífico-" fue dedicado por Ciro a Coni. "¿Tres años ya? -se preguntó el cantante- Parece que hubiesen sido 5 minutos (bajo el agua)", bromeó Andrés. Luego, llegó "El farolito", con varias improvisaciones y solos. El primero fue el de "Chuky" De Ipola en el teclado. Mientras tanto, Ciro lanzó pedacitos de "Sex Machine" de James Brown. Después los palillos de Roger batieron puro pim pum pam durante casi dos minutos. Seguido, se coló un pedacito de "La rubia tarada", de Sumo. Y el Changuito improvisó en sus tambores, con la dirección del cantante a través de órdenes onomatopéyicas.
Después de un breve receso, llegó el momento que varios esperaban. La banda retornó al escenario para tocar "Bicho de ciudad", o la canción cuya partitura debe haber sido una de las más bajadas de internet en las últimas semanas. Así, frente al pedido de una guitarrista para tocar ese tema, subió Denisse, de Paternal. Tranquila, se calzó la viola. Casi comenzó el tema, pero hubo una segunda oportunidad y ahí fue cuando sonó entero. Denisse cumplió y dejó bien paradas a las guitarristas, al ser la primera chica que subió a rasgar las cuerdas en esa canción, en la quinta oportunidad en la que la banda invita a un piojoso a tocar.
Una versión del “Honky Tonk Woman”, de Los Rolling Stones fue lo que llegó después. Luego, “Verano del 92“, que parece que ya cumplió su condena de ausencia y “Genius” (precedido por “El mendigo del Docke” casi entera). Para “Morella”, los directores técnicos del pogo se las ingeniaron para unificar esos vacíos que se hacen antes de estallar en el salto caliente. Así, los claros de la izquierda y la derecha se hicieron uno solo, largo. Como una célula cuando se junta con otra y forman una más grande. Un solo ensordecedor de la mano de Tavo acompañó las imágenes de la pantalla, que proyectaban los pasillos de una casa vieja, coloreada en rojo.
Finalmente, un trozo de otro cover para el cierre ya inevitable: “Avenida Rivadavia”, de Manal.
”Buenos días Palomar” fue la ultima canción. La pantalla mostraba a los músicos con un efecto que emula la onda del agua cuando, por ejemplo, se le lanza una piedra. Ciro, que para entonces llevaba una remera del jugador de fútbol Javier Pinola, jugaba con el efecto. Luján, Morris, Villa Tesei, Lomas de Zamora, Laferrere y Boedo fueron algunas de las leídas. “Gracias por hacer de un martes un sábado”, dijo el cantante para cerrar.
Las calles del bajo porteño, ya acostumbradas a la invasión piojosa, se poblaron de pulóveres de lana de llama, vendedores de remeras y volanteros de próximas fechas de otras bandas. Los kioscos se atiborraban de compradores de gaseosa, panchos y cigarrillos. Por ahí estaban Aldana, de 20 años, que se volvía a su Villa Ballester. Se quedó con ganas de “Todo pasa”, pero no de “Genius”. Su primer ritual fue en este mismo lugar, pero en el 2003. También Lucas, Lali y Pamela, de Parque Patricios el primero y de San Cristóbal las segundas. Contentos, se volvían a sus casas juntos. Lucas tiene 16 años y su primer recital piojoso fue en el Pepsi de 2004. Lali, que tiene 24, los vio en Obras de 1996. Y Pamela, de 22, en Atlanta, en 2001.
Del mismo modo, y recibiendo las felicitaciones de unos cuantos que la reconocían, estaba Denisse, esperando que la pasen a buscar en la esquina de Corrientes y Alem. “No sé cómo estoy. Todavía siento la mano de Ciro en el hombro”, expresó. Tiene 19 años y toca la guitarra desde los 9, aunque hoy, en su banda Alquimia, toda el teclado. “Yo ya sabía que hoy iba a pedir que subiera una chica. Sabía –enfatiza convencida- que iba a subir yo. Entonces, cuando salieron, le pedí a un flaco que me lleve en hombros y enseguida subí al escenario”, describe Denisse sobre su momento feliz.
Así fue la primera de las dos lunas piojosas. Como dijo Ciro, un martes con gusto a sábado. Y una noche de otoño con perfume a tarde de verano.

Redacción: Nadia Mansilla
Foto: Sebastián Klein

lunes, 2 de junio de 2008

“Que la justicia neuquina sepa que un país entero tiene puestos los ojos en esta causa"



Comienza el juicio al autor material del fusilamiento de Carlos Fuentealba



Sandra Rodríguez -viuda de Carlos Fuentealba, el maestro fusilado en Neuquén en abril del año pasado, bajo una terrible represión- estuvo hoy en la sede de la CTA para anunciar en conferencia de prensa las medidas a tomarse en vistas al comienzo del juicio al autor material del fusilamiento de su marido. El juicio (que arranca el próximo miércoles, cuando se cumplen 14 meses de los hechos de Arroyito, Neuquén) tiene como imputado al ex cabo primero Darío Poblete. Es la que se considera la causa Fuentealba I.




En ese sentido, Sandra remarca: “Hoy, estamos a dos días del comienzo del juicio. Así que hemos venido a la Central, convocados por la CTA y la CTERA y por los organismos de Derechos Humanos, como otros representantes de la cultura que estuvieron aquí, para llamar a la sociedad en general a que sea protagonista dentro del juicio. Y para que la justicia de Neuquén sepa que un país entero tiene puestos los ojos en relación a esta causa”.

-¿Cuáles son sus expectativas frente a este juicio?
Esperamos que, así como esta justicia tiene que mostrar transparencia, se garanticen de todas las formas el transcurso del juicio correctamente. Que realmente se condene al autor material a prisión perpetua, tal como solicita nuestro abogado defensor Gustavo Palmieri. Creemos que es muy importante sentar el precedente en esta causa para poder continuar en el camino que emprendimos en el primer momento, que es encarcelar a todos los responsables políticos e ideológicos del fusilamiento de Carlos. Por eso pensamos que es importante reactivar la causa Fuentealba II, que es la que tiene que ver con los responsables del operativo ideado y premeditado desde la noche anterior en una reunión de gabinete y ordenado por el ex gobernador Jorge Sobisch. Así que sabemos que durante este juicio existirá un escenario en el cual se recreará, a través del testimonio de cada compañero que estuvo en aquel momento y que fue víctima, esa brutal represión. Somos conscientes también que esto no fue una acción individual, sino que fue parte de un plan de acción común. Por lo que consideramos que todos los docentes que han sido testigos, tendrán el desafío de dar la mejor clase pública con la misma fortaleza con la que actuó Carlos, al salvar la vida a varios compañeros. Y tratando de revertir la mala clase pública que quedó marcada a fuego a partir de aquel 4 de abril. Para mí y para mis hijas, Camila y Ari, que se haga justicia es lo mínimo que se puede hacer para aliviar el dolor irreparable de la pérdida de Carlos.

-¿Qué cosas considera que entran en juego aquí?
Durante este juicio, no solamente estará en juego la actuación de la justicia sino también de dos instituciones muy importantes en la democracia, las que tienen que ver con la educación y con la seguridad. Por eso es tan importante que la Policía no actúe en forma corporativa, rompa el silencio y diga individualmente qué ocurrió aquel 4 de abril, como que los docentes involucrados, más allá que esto tiene un carácter colectivo y social importante, den su testimonio comprometidamente. De la misma manera que la sociedad se manifestó al cumplir el 4 de abril pasado, al cumplirse el aniversario del fusilamiento público de Carlos.

El juicio tiene una fecha estimada de finalización para el 23 de junio, aunque Sandra considera que se prolongará un tiempo más, debido al gran número de testigos convocados. Las sesiones serán en la ex sede de la Legislatura de Neuquén. Para el próximo miércoles está anunciado un paro docente. Además, la CTA llama a una jornada de retiro en la provincia patagónica y a una concentración frente a la Legislatura, donde tanto la Asociación de Trabajadores de la Educación de Neuquén, ATEN, como la Comisión Carlos Presente, COCAPRE convocarán a todas la organizaciones sindicales, sociales y de Derechos Humanos a manifestar su pedido de justicia.
Finalmente, si bien este proceso judicial apunta únicamente al autor material, Sandra señala que su resultado “va a sentar el precedente para la otra causa”, en relación a la denominada “Fuentealba II” y que involucra a los autores ideológicos de la represión del 4 de abril de 2007.




Contra la impunidad



En la conferencia de prensa en la sede nacional de la CTA estuvieron presentes Sandra Rodríguez de Fuentealba; el secretario general de la CTA, Hugo Yasky; la secretaria general de la CTERA, Stella Maldonado; el secretario general de ATEN, Marcelo Guagliardo; el secretario Adjunto de la CTERA, Francisco Nenna; las diputadas nacionales Victoria Donda y Delia Bisutti; el cantante Ignacio Copani, las madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora Nora Cortiñas y “Tati” Almeyda; Ana María Cariaga del Instituto Espacio Para la Memoria; Ricardo Peidró, secretario de Derechos Humanos de la CTA; y Horacio Fernández, secretario general de la CTA Neuquén, entre otros.

También asistieron las comisiones directivas de UTE y SUTEBA, miembros de la Liga Argentina de los Derechos Humanos (LADH), de Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas, Federación Judicial Argentina, Comisión Interna del Banco Provincia, entre otras organizaciones sociales, sindicales y de derechos humanos.

Sandra Fuentealba, expresó: “Quiero agradecer muchísimo a todos los compañeros y representantes que están hoy acá, decirles que para mí es un momento muy importante como para mis hijas, y para todos los maestros de Neuquén y trabajadores en general. Hoy, de mi mano, no sólo están los compañeros, mis hijas por sobre todo, sino que está mi abogado Gustavo Palmieri que nos lleva a la acción directa para conseguir la prisión perpetua a Poblete. Por supuesto que para nosotros es fundamental, para aliviar tanto dolor, que lo mínimo que se haga es que se enjuicie con prisión perpetua para Poblete. Pero no nos basta con eso: Nosotros desde un principio de toda esta campaña pedimos la mayor unidad posible de todos los trabajadores en la defensa de la vida, y en eso voy a seguir de pie pidiendo que todos estén a favor de la vida y se sumen a este juicio como un reclamo social y humano fundamental. En ese sentido les agradezco y los convoco a todos a participar de este juicio de una forma realmente protagónica. Porque en este país y en toda Latinoamérica ya no deben quedar casos impunes. No porque Carlos haya sido un maestro, y un buen maestro, como hay muchos de ellos, sino porque ha sido un trabajador. Y ninguno de nosotros puede permitir que se fusile en democracia a un trabajador”.
Yasky manifestó: “Para los trabajadores y trabajadoras, Fuentealba es una bandera de lucha que nos convoca a terminar con la criminalización de la protesta social. No hay ninguna posibilidad de justicia ni de terminar con la explotación de los trabajadores en un país que a través de sus instituciones no es capaz de poner punto final definitivamente a este tipo de actos, que tienen inicio y su raíz en esa actitud genocida de la derecha argentina que tantas veces hemos sufrido. Ahora se está haciendo un juicio a Luciano Benjamín Menéndez, personaje siniestro de la dictadura militar responsable del asesinato de otro maestro: el compañero Requena, que fue Secretario Adjunto de la CTERA. De manera que este acto de brutalidad no fue un accidente ni la extralimitación de un personaje de la policía, sino que fue un acto político diseñando por un ideólogo, Sobisch, que todavía tiene que rendir cuentas. Y vamos a luchar para que rinda cuentas y tiene hoy este juicio el inicio de algo que para nosotros es clave, que es lograr que se haga justicia. Así que respaldamos y somos parte de esta lucha”, destacó.

Maldonado enfatizó: “Queremos simplemente hacer público nuestro compromiso de ir hasta las últimas consecuencias contra la impunidad y el juicio y castigo a todos los responsables del asesinato de nuestro compañero Carlos. La CTERA va estar presente durante todo el juicio a través de delegaciones que se van a ir renovando permanentemente de compañeras y compañeros de los sindicatos de base de todo el país. Realmente esta lucha se ha hecho carne y ha sido asumida con mucha fuerza por la docencia organizada, y nosotros creemos que esto ha sido un factor fundamental para que se pueda avanzar lo máximo posible. Creemos que obtener la máxima pena para el autor material también nos permitirá avanzar en la segunda causa, que es la que tiene que juzgar y castigar a los responsables políticos y cuyo vértice, sin dudas, es el ex gobernador Sobisch”.

“Tati” Almeyda manifestó el apoyo de las Madres. “Estamos acá en nombre de todas las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, como siempre acompañando y exigiendo cuando la justicia no llega. En buena hora comienza el juicio por el asesinato. Porque, digamos las cosas por su nombre: No es la muerte, a Carlos Fuentealba lo asesinaron. Así que estamos acompañando, siempre van a tener nuestro apoyo”.
Asimismo Guagliardo anunció como medida el paro y la movilización de los docentes neuquinos para el 4 de junio. Los docentes recorrerán las calles y estarán con una Carpa frente a la antigua Legislatura Provincial de Neuquén, lugar donde se desarrollará el juicio. “Si no hubiera un Sobisch, jamás hubiera existido un Poblete”, denunció. Y destacó dos logros en este juicio: “Después de una gran lucha, logramos primero que el juicio sea público, para que estén las Madres, organizaciones sociales, artistas y el conjunto del pueblo representado en ese lugar. Y segundo, que puedan estar los medios con las cámaras. Para nosotros es central que los medios de comunicación sigan todas las instancias de este juicio. Los convocamos para que sigamos juntos como lo hicimos en todo el año”.


Publicado en [Agencia CTA]