Con la coordinación de su directora, Estela Díaz y la investigación
de la socióloga Nora Goren, el documento tiene como objetivo “analizar
distintos aspectos vinculados a la negociación colectiva como espacio de
construcción de relaciones sociales más equitativas y más justas entre
las personas que participan en el mundo del trabajo”. Algo que, a
entender del CEMYT, “supone un desafío para las políticas sindicales, en
el sentido de incorporar
en la agenda reivindicativa propuestas que contemplen nuevos derechos,
como la participación, el acceso e igualdad de oportunidades para las
mujeres y los distintos colectivos identitarios en el mercado de
trabajo”.
Así, el texto se refiere a cuestiones generales vinculadas a la
negociación colectiva, la situación de las mujeres en el mercado
laboral, al marco legal
vigente en la Argentina que promueve la participación femenina en la
negociación colectiva y al proceso necesario para la inclusión de
cláusulas de género.
En ese sentido, el informe señala que “la incorporación de las
demandas según género a la negociación colectiva es un proceso de
reciente desarrollo en Argentina y en América Latina, en contraposición a
lo que viene sucediendo en Europa, Estados Unidos y Canadá. En la
Argentina,
desde el año 2003 en adelante, se ha verificado un incremento
significativo en la cantidad de negociaciones colectivas, tanto a nivel
de la actividad como de empresa”.
Por otro lado, el texto también manifiesta algunas cuestiones en las
que las mujeres se hallan en situación de desventaja respecto de sus
pares varones. Por ejemplo, el acceso a la formación profesional,
relacionado estrechamente con los ascensos; las diferencias salariales
entre los géneros, en donde los hombres cuentan con ingresos mayores que
los de las mujeres; los estereotipos de género vigentes en nuestra
sociedad y los prejuicios relacionados con el trabajo de las mujeres y
las dificultades de conciliación de la vida laboral y familiar de las
mujeres, sobre todo en cuanto al cuidado de personas dependientes
(mayores y niños y niñas menores de tres años), entre otras cuestiones.
Al mismo tiempo, el texto reitera la necesidad de un reconocimiento de
los los derechos de parentalidad. E incluye el pedido que esa licencia
incluya y equipare los derechos de adopción al de nacimiento, que se
reconozca como un derecho al niño/niña sin mencionar la identidad sexual
de los o las adoptantes, que se incluya los casos de fertilización
asistida y que se constituya como una opción, habilitando a las parejas a
decidir quién optará por la excedencia o por compartirla.
El texto también menciona a la violencia laboral, definiéndola como
“toda acción, omisión o comportamiento destinado a provocar, directa o
indirectamente, daño físico, psicológico o moral a un trabajador o
trabajadora, sea como amenaza o acción consumada. En ella se incluyen
la violencia de género y el acoso psicológico, moral y sexual en el
trabajo, y puede provenir tanto de niveles jerárquicos superiores, del
mismo rango o inferiores”. Al mismo tiempo, sostiene que “constituye una
violación a los derechos humanos en el ámbito de trabajo; y es, a su
vez, una de las formas de abuso de poder que se ejerce en condiciones de
desigualdad”.
El caso de la industria del neumático
“En las empresas del neumático en Argentina, Bridgestone, Fate y Pirelli, no
trabajan mujeres en la producción. Esta situación no resulta ajena a la
escasa presencia de mujeres en general en el sector industrial, en el
que se destaca que sólo el 9% de la población económicamente activa es
femenina, mientras entre los varones esa cifra supera el 30%.6”, afirma
el informe. También sostiene que “la escasa presencia de las mujeres en
la industria da cuenta de razones que en la actualidad sólo se explican
por motivos culturales y estereotipos aún vigentes respecto de la
inserción diferencial de varones y mujeres en el mercado laboral”.
“No obstante, es de destacar que paulatinamente las mujeres van
ingresando a lugares de trabajo no tradicionales. En esta perspectiva se
inscribe la experiencia desarrollada desde el Sindicato del Neumático
con la inclusión de una cláusula de igualdad de oportunidades en el
acceso en el convenio de la industria del neumático firmado por SUTNA
con las empresas del sector”.
Además, el informe señala algunos aportes al Proyecto de Ley que el
Poder Ejecutivo envió al Congreso Nacional para dar marco regulatorio a
las actividades de las trabajadoras domésticas.
Este informe es parte de las investigaciones que viene llevando a
cabo el CEMYT sobre la situación laboral de las mujeres en nuestro país.
Así, ya analizó la estructura del empleo en cuanto a igualdad de
oportunidades en términos de género, en lo concerniente a condiciones
salariales, similitudes y diferencias con sus pares varones, tasas de
actividad y la brecha de participación laboral entre varones y mujeres,
en distintas franjas etarias y en diferentes clases sociales de las
regiones de nuestro país.
El CEMYT
Conformado por un Consejo Asesor de abogados, sociólogos, periodistas
y economistas, el CEMyT tiene como objetivo la investigación, la
documentación y el estudio del movimiento social y sindical, desde una
perspectiva de género. Funciona en su sede porteña de Tacuarí 312 4º “B”
y su teléfono es el 4342-1314.
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